
La pieza clave que desmonta la 'teoría de sabotaje' de Óscar Puente y lo acorrala
El ministro socialista ha señalado que el colapso ferroviario se debió a un "sabotaje" pero ha sido desmontado
EL pasado lunes España vivió un episodio de caos ferroviario que ha sacudido al Gobierno. El colapso afectó a miles de pasajeros en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla.
Según Vozpópuli, una explosión en una catenaria gestionada por Adif, ocurrida el pasado domingo a las 21:40 en el kilómetro 52, es clave. La misma tuvo lugar a pocos metros de un tren de Iryo.
Este incidente, que no fue comunicado oficialmente por el Gobierno, ha generado críticas por la falta de transparencia y la gestión de la crisis.
Pese a la versión del ministro socialista de Pedro Sánchez sobre el "robo deliberado", el medio citado antes revela que la explosión de la catenaria fue determinante. El incidente, que quedó registrado por el sistema de seguridad de Adif, fue un factor clave en el colapso total. Esto, al dejar sin energía a los convoyes.

Iryo, por su parte, ha negado haber causado un "enganchón" con la catenaria, asegurando que su tren estaba parado por la falta de tensión en la línea. Y así, desmintiendo otra de las versiones de Puente.
La falta de información clara ha indignado a los usuarios, quienes enfrentaron largas esperas, algunos sin comida ni agua. "Estuvimos atrapados desde las ocho de la noche hasta la madrugada", comentó un pasajero en redes sociales. Renfe y Adif trabajaron durante la noche para reparar la catenaria, logrando normalizar la circulación el lunes por la tarde.
No obstante, el incidente ha reavivado el debate sobre la fragilidad de la red ferroviaria española, especialmente tras recientes averías y el apagón eléctrico del 28 de abril.
Fuentes del sector cuestionan la decisión de Adif de mantener la operativa tras el robo, sugiriendo que la caída de tensión pudo deberse exclusivamente a este acto. Adif ha presentado una denuncia por el robo, mientras la investigación busca esclarecer si hubo intencionalidad más allá del valor económico del cable, estimado en apenas 1.000 euros.
Este nuevo capítulo pone en evidencia los retos de la liberalización ferroviaria, con operadores como Iryo y Ouigo compitiendo con Renfe. Los usuarios exigen mayor coordinación y transparencia para evitar que estas crisis se repitan.
Más noticias: