
Paz y Tuto fulminan al MAS y tumban el socialismo en Bolivia
Rodrigo Paz lidera con más del 33% y Tuto Quiroga lo sigue con fuerza, sellando una derrota histórica para el MAS
Rodrigo Paz Pereira ha protagonizado una jornada histórica en Bolivia al liderar la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
El candidato del Partido Demócrata Cristiano superó el 33% de los votos con casi todas las actas escrutadas. Su triunfo lo posiciona como favorito para la segunda vuelta prevista para el próximo 19 de octubre.
Junto a él estará Jorge Tuto Quiroga, expresidente y referente de la oposición, que alcanzó cerca del 27% de los apoyos.
Ambos han conseguido lo que parecía imposible hace apenas unos meses: relegar al Movimiento al Socialismo a cifras testimoniales.
La derrota del MAS se ha convertido en el dato político más significativo de la jornada. La formación oficialista apenas logró un 3% de los votos con Eduardo del Castillo, el candidato apoyado por Luis Arce.
El tercer puesto fue para el empresario Samuel Doria Medina, de Alianza Unidad, que alcanzó casi un 20% de los sufragios.
De inmediato anunció que apoyará a Paz Pereira en la segunda vuelta. Según afirmó, su compromiso es respaldar cualquier alternativa que impida el retorno del MAS al poder.
«Cumplo mi palabra. Si no entraba en la segunda vuelta, apoyaría a quien encabezara la oposición. Ese candidato es Rodrigo Paz», declaró Doria Medina.
Sus palabras consolidan una alianza decisiva que fortalece el bloque opositor de cara a la ronda definitiva.

La suma de votos de Paz, Quiroga y Doria supera holgadamente el 80%. Este escenario anticipa un duelo que deja fuera de combate a un oficialismo dividido y sin fuerza social.
El desgaste del MAS, después de casi dos décadas de hegemonía, ha quedado reflejado en unas cifras mínimas.
Punto de inflexión político
El Tribunal Supremo Electoral informó que la participación fue del 78,55%. Más de 7,5 millones de bolivianos estaban convocados a las urnas.
El voto nulo, impulsado por Evo Morales como señal de protesta, superó el 19% y restó visibilidad a la campaña del oficialismo.
El resultado ha sido interpretado como un punto de inflexión político. La caída del MAS revela un país cansado de los excesos del poder y las divisiones internas del movimiento que en su día lideró Morales. El partido que gobernó con mano firme desde 2006 quedó reducido a un papel casi irrelevante.
Rodrigo Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, ha construido su campaña sobre el discurso de renovación.
Propone modernizar la economía, reforzar las instituciones y alejar al país de la confrontación permanente. Su estilo ha atraído a un electorado joven y urbano, cansado de los viejos enfrentamientos ideológicos.
Tuto Quiroga, por su parte, ha demostrado una notable capacidad de resistencia política. Con experiencia en la presidencia y una trayectoria marcada por la defensa de la democracia, ha recuperado protagonismo.
Su paso a la segunda vuelta confirma la vigencia de un liderazgo que muchos daban por agotado.
Una nueva etapa sin el MAS
El resultado electoral ha mostrado que la izquierda boliviana atraviesa su mayor crisis en décadas. La derrota del MAS no solo refleja la caída de Arce, sino también el fin de la influencia de Evo Morales.
Las luchas internas y la falta de renovación han pasado factura.

Ahora el país se prepara para una segunda vuelta con dos líderes opositores al frente. Tanto Paz Pereira como Tuto Quiroga han coincidido en la necesidad de construir consensos y cerrar el ciclo de enfrentamientos. Los apoyos recibidos y la unidad mostrada anticipan un cambio de rumbo en la política boliviana.
Bolivia inicia así un camino inédito en su historia reciente. La alternancia que parecía lejana se convierte en realidad.
El triunfo de la oposición marca un nuevo horizonte donde Rodrigo Paz y Tuto Quiroga aparecen como protagonistas de un país que quiere dejar atrás dos décadas de hegemonía socialista.
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