
El nuevo descubrimiento en el 'caso Cerdán' que apunta a Chivite
Nuevos documentos de la investigación ponen contra las cuerdas a la presidente de Navarra
Un nuevo capítulo en el caso de presunta corrupción que sacude al PSOE en Navarra ha salido a la luz. Los registradores de la propiedad han descubierto que Joseba Antxon Alonso Egurrola, empresario señalado como socio de Santos Cerdán, posee un terreno en Cintruénigo. Lo curioso es que se trata del pueblo natal de la presidenta de Navarra, María Chivite.
Este hallazgo, revelado por Vozpópuli, refuerza las sospechas sobre los vínculos entre Alonso Egurrola, Cerdán y la gestión de adjudicaciones públicas en la región.
El terreno en cuestión, inscrito en el Registro de la Propiedad de Tudela el 15 de diciembre de 2008, pertenece al 50% a Alonso Egurrola. Este empresario guipuzcoano, clave en la trama investigada, comenzó sus negocios en Navarra en 2006. Fecha que coincide con el periodo en que Chivite era concejala del PSOE en Cintruénigo.
Mientras Cerdán ocupaba un cargo similar en Milagro a solo 30 kilómetros de distancia. En ese año, Alonso constituyó Antal-Milagro SL, una sociedad dedicada a la gestión inmobiliaria que no presenta cuentas desde 2012 y que reportó pérdidas mínimas en su última declaración.

La investigación apunta a la empresa Servinabar, en la que Cerdán tendría un 45% de participación. Esto, según un contrato privado hallado por la Guardia Civil en el domicilio de Alonso en Elorrio, Vizcaya. Este documento, fechado el 1 de junio de 2016, no fue elevado a público, lo que sugiere un intento de ocultar la relación.
Servinabar, a pesar de su tamaño reducido y falta de experiencia en construcción, recibió al menos cinco adjudicaciones del Gobierno navarro. Esto, bajo la presidencia de Chivite, incluyendo la millonaria obra de los túneles de Belate.
La actividad empresarial de Alonso Egurrola comenzó en 2004 en Elgóibar, pero su salto a Navarra en 2006 marcó un punto de inflexión.
Los negocios de la trama crecieron con el gobierno de Uxue Barkos y se dispararon tras la llegada de Chivite al poder en 2019. La misma que ha sido apoyada por la abstención de EH Bildu. Es preciso destacar que se trata de un acuerdo negociado por Cerdán.
La Guardia Civil registró recientemente el domicilio de Alonso, donde encontró pruebas que vinculan a Servinabar con contratos públicos opacos.
La presidente navarra insiste en que no había conocimiento de la participación de Cerdán en Servinabar. Pero las evidencias acumuladas, como las reuniones con Alonso y las adjudicaciones millonarias, han generado un fuerte cuestionamiento sobre la transparencia de su gobierno.
El escándalo, que ya forzó la dimisión de Ramón Alzórriz, número dos de Chivite, por ocultar que su pareja trabajó en Servinabar, sigue creciendo. La trama, que incluye pagos a través de la cooperativa Noran Coop y vínculos con proyectos como la Mina Muga, pone en jaque la credibilidad del Ejecutivo navarro.
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