
El movimiento de Íñigo Errejón que levanta sospechas
El exdirigente ha decidido no entregar su dispositivo
Errejón vuelve a colocarse en el foco. Este viernes ha tenido varias actualizaciones sobre el caso. La actriz Elisa Mouliaá ha entregado su teléfono móvil al magistrado que investiga al exdiputado por una presunta agresión sexual.
De este modo, se busca que la Policía Nacional pueda examinar las conversaciones entre ambos. El exdirigente ha decidido no entregar su dispositivo, ya que está a la espera de que la Audiencia Provincial resuelva el recurso que presentó.
Esto coloca a Errejón en una situación algo cuestionable, y así lo ha hecho saber Mouliaá ante los medios de comunicación. "Él pues no se ha presentado, no ha dado la cara una vez más", aseguró. "Tendrá que tener muchísimo que ocultar".

Algo que podría levantar aún más las sospechas es lo confirmado por ABC. Más concretamente, según el medio, Errejón "ya no conserva el dispositivo móvil que tenía el 8 de octubre de 2021". Fecha en la que supuestamente ocurrieron los hechos que abarca la denuncia.
Así lo confirma el diario, que ha tenido acceso a un escrito de la defensa del ahora expolítico. Es importante recalcar que no se sabe en qué momento cambió el dispositivo. Tampoco hay una razón, por el momento, del porqué de esa decisión.
"Errejón no ha borrado ninguna conversación mantenida con Mouliaá, siendo esta la única que ha eliminado el rastro de contacto con mi representado, como confirma el propio instructor, por lo que dicha diligencia solo tiene sentido practicarla con el terminal móvil de Mouliaá", reza el comunicado de la defensa, según el medio citado.
No es posible acceder de forma parcial al teléfono, sino que para poder obtenerse la totalidad de conversaciones entre denunciante e investigado, es necesario el copiado y volcado, en su totalidad, del dispositivo.

Testigos clave
Según fuentes judiciales, los dos taxistas que trasladaron a ambos la noche de los hechos han sido identificados. Además, citados a declarar el próximo 20 de junio, en una diligencia que busca esclarecer los detalles de lo sucedido.
El juez Carretero intenta reconstruir los eventos de aquella noche, contrastando la versión de Mouliaá con posibles testimonios y pruebas externas. La actriz, en su denuncia, relató que tras compartir unas cervezas con Errejón, este la acompañó a una fiesta.
En el primer taxi, según Mouliaá, el exdiputado le impuso tres condiciones que ella calificó de "absurdas" y "ridículas". Estas como, no alejarse más de cien metros, regresar en un minuto y darle un beso. Este episodio, descrito como llamativo, será uno de los puntos que el juez preguntará al conductor, buscando confirmar o desmentir la interacción entre ambos.
El segundo trayecto en taxi ocurrió tras la fiesta, cuando, según la denuncia, Errejón ya habría agredido sexualmente a Mouliaá en una habitación. La actriz afirmó sentirse confundida por haber subido al vehículo con él, mencionando una llamada que recibió sobre la salud de su hija.
En este segundo viaje, Errejón iba delante, junto al conductor, mientras Mouliaá estaba en el asiento trasero. El testimonio del segundo taxista será crucial para determinar el estado de la actriz –si parecía afectada, bebida o en normalidad– y la dinámica entre ambos.
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