Mónica García en la cuerda floja: los médicos rechazan duramente sus propuestas
La polémica se agrava con la decisión de pagar las horas de guardia por debajo de la hora ordinaria, lo que ha sido calificado como una "trampa" por los sindicatos
La propuesta presentada por el Ministerio de Sanidad ha desatado una ola de críticas entre los sindicatos médicos y asociaciones profesionales. El borrador del Estatuto Marco, que regula las condiciones laborales de los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), ha sido muy controvertido.
El principal punto de conflicto es la intención de la ministra Mónica García de imponer medidas de manera unilateral y sin consenso con los sindicatos. Una de las propuestas más polémicas es exigir la exclusividad a los jefes de servicio de hospitales. Además, a los residentes al finalizar su formación especializada.
Para los residentes, la medida implicaría que trabajaran exclusivamente en el sector público durante al menos 5 años, algo que ha generado gran indignación. Las críticas no se han hecho esperar, y la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) ha señalado que la medida es perjudicial para los profesionales.
El CESM ha asegurado que la propuesta encierra "trampas". Como la posibilidad de extender la jornada laboral hasta 48 horas semanales, lo que perjudicaría a los médicos.
Otra de las medidas incluidas en el borrador, que reduce las guardias de 24 horas a un máximo de 17 horas. También ha sido duramente rechazada.
La polémica se agrava con la decisión de pagar las horas de guardia por debajo de la hora ordinaria, lo que ha sido calificado como una "trampa" por los sindicatos. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) también ha expresado su malestar, indicando que la exclusividad debería estar bien remunerada.
Fernando Hontangas, presidente de CSIF, subraya que el Ministerio busca imponer la exclusividad "a coste cero", sin la compensación adecuada para los profesionales. Los sindicatos médicos de Madrid, Cataluña y País Vasco, como Amyts, Metges de Catalunya y SME, también se han unido al rechazo del borrador.
Estos sindicatos proponen la necesidad de un convenio propio para los facultativos, ya que consideran que las condiciones del colectivo médico deben ser negociadas directamente. Desde los sindicatos, argumentan que los médicos son una profesión singular que no debe ser regulada de forma global junto a otros colectivos.
Según los representantes sindicales, el enfoque de Sanidad carece de lógica. Ya que no toma en cuenta las especificidades de los médicos y su papel clave en el SNS.
El presidente de Amyts, Daniel Bernabéu, ha denunciado que la reforma perpetúa las injusticias en el marco laboral de los facultativos respecto a otros colectivos. El rechazo es unánime: los sindicatos reclaman un replanteamiento general sobre el encaje de los médicos dentro de la administración pública.
Consideran que la reforma no solo afecta a las condiciones laborales de los médicos, sino que también podría comprometer el futuro del Sistema Nacional de Salud. Con estas propuestas, la ministra Mónica García se enfrenta a una fuerte oposición. Que pone en duda su capacidad para liderar reformas significativas en Sanidad.
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