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Una mujer sonriente con cabello largo y ondulado posa de perfil en un entorno urbano iluminado por luces rojas y blancas; en la esquina superior derecha hay un logotipo rojo con las letras "PSOE" y un corazón, y en la parte inferior derecha hay un recuadro circular con la imagen de un hombre con barba.
POLÍTICA

Miss Asturias desesperada: recurre a un alto cargo del PSOE en medio del escándalo

Tras las nuevas revelaciones, Miss Asturias se encuentra en el centro de la polémica

En un movimiento que ha generado revuelo en el panorama político español, Miss Asturias, hasta ahora militante del PSOE, ha anunciado su baja del partido.

La decisión, comunicada a través de una contundente carta dirigida a Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, responde a lo que Montes describe como una "indiferencia inaceptable". Esto, por parte de la formación.

La queja de Claudia Montes se debe al "acoso" mediático y político que ella y otras mujeres han sufrido en relación con el escándalo en torno a José Luis Ábalos. Aunque no especificado en su misiva, ha marcado la agenda política reciente.

Una mujer sonriente con un vestido azul brillante y una diadema en el cabello posa al aire libre con el mar de fondo.

En su carta, Montes no escatima en críticas hacia el partido que, según sus palabras, debería ser un bastión en la defensa de la igualdad y el feminismo.

La "amiga" de Ábalos dijo lo siguiente: 

Resulta del todo indignante y decepcionante. El partido de la igualdad,  de la defensa de los derechos de las mujeres y del feminismo,  esté ausente de todo este linchamiento que estoy sufriendo.

La exmilitante lamenta que el PSOE no haya tomado una postura clara ni haya ofrecido respaldo a las mujeres afectadas. Por lo que califica como un "linchamiento" público, dejando entrever una profunda desilusión con los valores que, en teoría, representa el partido.

Una mujer y un hombre posan juntos sonriendo frente a un edificio de ladrillos.

La renuncia de Montes pone de manifiesto tensiones internas dentro del PSOE. Especialmente, en un contexto donde la formación ha hecho del feminismo una de sus banderas principales. Su salida plantea interrogantes sobre  la coherencia del partido en la defensa de sus principios y su capacidad para proteger a sus militantes frente a controversias mediáticas.

Además, la carta de Montes podría avivar el debate sobre el papel de los  partidos políticos en la gestión de  crisis que afectan a sus miembros. Particularmente cuando estas involucran cuestiones de género.

Por el momento, el PSOE no ha emitido una respuesta oficial a la carta de Montes. Pero su silencio podría interpretarse como un intento de evitar una escalada del conflicto. 

La decisión de Claudia Montes, lejos de ser un hecho aislado,  refleja un malestar que podría resonar en otros sectores del  partido y de la sociedad. Por ahora, Montes da un paso al lado, pero su voz promete seguir resonando.

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