
El ministro Albares se queda dormido durante la intervención del rey en la ONU
La ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno lo decía todo con su mirada al ministro
La imagen del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dormido desde su asiento durante la intervención de Felipe VI ya circula en redes.
Durante los últimos momentos de la intervención del rey, Albares cierra los ojos ante la atenta mirada de Sara Aagesen. La ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno miraba a Albares sin decir nada.
El vídeo ya está en todas las redes sociales, y son muchos los que han recordado cuando Albares fulminó a un embajador en Bélgica por quedarse dormido durante un discurso suyo.

Ahora muchos usuarios piden lo mismo para él, que dimita del cargo. Sin embargo, siempre hay defensores, aunque pocos, que justifican esa "cabezadita" como algo normal después de tanto trabajo.
Lo cierto es que dejando de lado esta anécdota, la cumbre de la ONU fue usada por Sánchez para anunciar que hoy mismo mandaría un buque a escoltar a la flotilla. El rey Felipe VI por su parte, pidió acabar "con la masacre" en Gaza.
"Son actos aberrantes que están en las antípodas de todo lo que este foro representa. Repugnan a la conciencia humana y avergüenzan al conjunto de la comunidad internacional”, condenó.
Sánchez envía un buque con la flotilla pero abandonó a una joven en coma en Tailandia
El Gobierno de Pedro Sánchez ha enviado un buque de acción marítima desde Cartagena para escoltar a la flotilla humanitaria rumbo a Gaza. La misión busca dar seguridad a los activistas y, en caso necesario, realizar rescates.

El anuncio se hizo tras la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Allí, Sánchez defendió “la voz de España contra el genocidio en Gaza” y pidió respeto a la legalidad internacional.
El gesto, sin embargo, revive un recuerdo incómodo: el caso de Ángela Agudo. La joven valenciana que en 2024 permaneció en coma en un hospital de Tailandia y que no recibió apoyo del Ejecutivo para su repatriación.
Sánchez explicó que el buque español acompañará a la llamada “flotilla de la paz”, integrada por representantes de 45 países. Su objetivo es llevar alimentos y visibilizar el sufrimiento de los gazatíes.
La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau viaja en la expedición y había pedido protección frente a ataques con drones denunciados en el Mediterráneo. El Gobierno respondió con rapidez.
“El buque está preparado para rescatar tanto a ciudadanos españoles como al resto de integrantes de la flotilla si surge algún problema”, afirmó Sánchez.
La reacción contrasta con la experiencia vivida por la familia de Ángela Agudo en 2024. La joven sufrió un grave accidente de moto el 6 de octubre de ese año durante sus vacaciones en Tailandia.
Quedó en coma, con una inflamación cerebral que requería cuidados intensivos. Su seguro cubría hasta 75.000 euros, pero cada día en el hospital costaba 5.000. La factura crecía sin control.
La familia pidió ayuda al Gobierno. No hubo respuesta clara. “Sólo nos dijeron que los papeles estaban sobre la mesa”, denunció su hermano Diego.
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