Por un decreto el Gobierno y sus socios le meten mano a RTVE
El PSOE y sus socios podrán controlar prácticamente la totalidad de las decisiones en la televisión pública
El Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a desatar polémica con la reciente aprobación de un real decreto que cambia las reglas del juego en el Consejo de Administración de RTVE.
Con esta reforma, el Ejecutivo ha facilitado que, en caso de no lograrse una mayoría de dos tercios en primera votación para la elección de consejeros, sea suficiente una mayoría absoluta. Lo que elimina la necesidad de pactar con el PP.
Esta decisión, presentada por el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, ha sido criticada por la oposición y muchos sectores. Al considerarse un atentado contra el pluralismo y la democracia en los medios públicos.
La modificación implica que el Consejo de Administración de RTVE. Que hasta ahora estaba compuesto por 10 miembros elegidos por consenso entre el Congreso y el Senado. Aumentará a 15, con 11 de ellos designados directamente por la Cámara Baja.
Esto permitirá que el PSOE y sus socios parlamentarios, incluyendo a formaciones independentistas y minoritarias, controlen prácticamente la totalidad de las decisiones. En la práctica, el PP, como la fuerza más votada en las últimas elecciones, queda relegado a un papel irrelevante en la gestión de RTVE.
Eliminación del consenso
Este cambio significa el fin del consenso bipartidista que, aunque imperfecto, garantizaba cierto equilibrio en la composición del Consejo. Anteriormente, se requería el acuerdo entre las principales fuerzas políticas para asegurar una representación plural.
Lo que protegía a RTVE de convertirse en una herramienta partidista. Con el nuevo decreto, el Gobierno se asegura de tener el control absoluto de la corporación, eliminando cualquier contrapeso democrático.
Es preocupante que una decisión de tal calado se tome mediante un decreto y no tras un debate profundo en el Parlamento. La urgencia con la que el Ejecutivo ha actuado revela una clara intencionalidad: consolidar su control sobre un medio de comunicación. Que, en teoría, debería ser independiente y reflejar la diversidad política de España.
Por su parte, el Gobierno defiende esta reforma alegando que la corporación llevaba demasiado tiempo en una situación de bloqueo. Con presidentes interinos que no lograban consolidar sus posiciones.
Sin embargo, esta justificación es insuficiente ante el grave riesgo que supone que RTVE pase a estar completamente subordinada a los intereses del Ejecutivo. El argumento de desbloquear una situación no puede ser excusa para romper con las normas básicas del consenso democrático.
Además, el hecho de que ahora el PSOE solo necesite pactar con sus socios minoritarios para controlar RTVE abre la puerta a que los partidos independentistas, tengan una influencia. Sobre todo en la desproporcionada en la línea editorial del ente público. Esto, evidentemente, genera más dudas sobre la imparcialidad futura de RTVE.
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