
El mayor apagón en décadas desvela la fragilidad de la red eléctrica Española
Madrid, Barcelona y Lisboa sufrieron interrupciones en transporte, telecomunicaciones y servicios esenciales
El 28 de abril de 2025, a las 12:32 horas, un apagón masivo dejó sin electricidad a España, Portugal y partes del sur de Francia. Una pérdida súbita de 15 gigavatios desconectó la península ibérica del sistema eléctrico europeo, afectando a más de 60 millones de personas.
El colapso paralizó infraestructuras críticas: trenes detenidos, hospitales sin suministro, redes móviles e internet caídas. Madrid, Barcelona y Lisboa sufrieron interrupciones en transporte, telecomunicaciones y servicios esenciales.
Red Eléctrica de España (REE) atribuyó el incidente a una "oscilación fuerte del flujo de potencia" en el sistema eléctrico europeo. Se descartaron preliminarmente ciberataques, errores humanos o fenómenos meteorológicos extremos.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirmó que no se registraron eventos atmosféricos inusuales ni variaciones térmicas significativas ese día. El meteorólogo Roberto Brasero respaldó esta versión, negando la presencia de temperaturas extremas o tormentas solares.
Pedro Sánchez convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional y activó el nivel 3 de emergencia en varias comunidades autónomas. Se movilizaron recursos de emergencia y se solicitó a la población limitar sus desplazamientos y el uso de dispositivos electrónicos.

El restablecimiento del suministro eléctrico comenzó de manera paulatina a partir de las 17:00 horas del mismo día. Para las 23:00 horas, el 51% de la demanda eléctrica en España había sido recuperada. Alcanzando el 99,95% a las 7:00 horas del 29 de abril.
En Alcázar de San Juan, el apagón se prolongó durante 18 horas, siendo una de las zonas más afectadas. La electricidad se cortó a las 12:30 del mediodía y no volvió hasta las 6:30 de la mañana siguiente. Negocios y servicios esenciales se vieron gravemente afectados.
El apagón provocó la paralización de servicios esenciales, incluyendo el transporte ferroviario y aéreo, y afectó el funcionamiento de hospitales y otros servicios críticos. Se reportaron al menos cinco fallecimientos en España relacionados con el incidente.
Red Eléctrica había advertido en febrero de 2024 sobre los riesgos de "desconexiones de generación". Esto debido a la alta penetración de energías renovables sin la capacidad técnica adecuada para responder ante perturbaciones del sistema. Este informe cobra relevancia tras el gran apagón del 28 de abril.
El evento generó un debate sobre la vulnerabilidad de las infraestructuras eléctricas y la necesidad de mejorar la resiliencia del sistema energético. Las autoridades anunciaron investigaciones para esclarecer las causas y evitar futuros incidentes similares.
El apagón del 28 de abril de 2025 no solo dejó sin luz a millones de personas, sino que iluminó una verdad incómoda: incluso los sistemas más avanzados pueden colapsar en cuestión de segundos. La desconexión de España del sistema eléctrico europeo mostró lo vulnerables que somos frente a eventos inesperados.
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