
Margarita Robles repite 10 veces 'que es una conversación privada' y excusa a Sánchez
En poco más de un minuto la ministra ha excusado a Pedro Sánchez después de que este la llamara "pájara"
Pedro Sánchez y José Luis Ábalos siguieron en contacto incluso después de que el exministro saliera del Gobierno.
Así lo demuestran varios mensajes de WhatsApp intercambiados entre 2020 y 2021, publicados por El Mundo. En esas conversaciones queda claro que no hubo una ruptura real entre ellos. Al contrario, Sánchez siguió mostrándole apoyo.
Uno de los momentos más llamativos del chat es cuando Sánchez habla de Margarita Robles. La llama "pájara" en tono de burla y se queja de su actitud. “Yo creo que se acuesta con el uniforme”, escribió el presidente.

“Sí, el suyo”, le respondió Ábalos. Luego vinieron las risas y el comentario de Sánchez: “Es una pájara”. Ábalos remató con: “No sé si serán todos tan comprensivos”.
Los mensajes también dejan entrever cierto malestar de Sánchez con la ministra tras algunos Consejos de Ministros. Una incomodidad que hasta ahora no había trascendido públicamente.
Este martes, Robles ha respondido desde IFEMA, donde asiste a la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (FEINDEF). Ha repetido hasta diez veces en apenas ochenta segundos que no comenta "conversaciones privadas". También insistió en que esos mensajes “ocurrieron hace muchísimo tiempo”.
La ministra ha aprovechado su intervención para rechazar cualquier posibilidad de dimisión, como pide el PP. Ha dicho que se siente plenamente respaldada por el presidente.

"¿Cómo no voy a sentirme respaldada por el presidente? ¿No me ven aquí?. Hace siete años que formo parte del Gobierno y la supuesta conversación es de hace cuatro o cinco años. Juzguen ustedes", declaró ante los medios.
La realidad es que parece que el discurso del PSOE ha calado en sus ministros, y parece que todas las voces se han unido para salvar la imagen de Sánchez. Sorprende ver la naturalidad con la que la ministra Robles, a quien Sánchez tildaba de "pájara" en los WhatsApps, asume ese calificativo.
La incoherencia de la izquierda con los WhatsApp desvelados entre Sánchez y Ábalos
En el convulso tablero de la política española, las filtraciones han sido siempre un arma de doble filo. Lo que es un escándalo que justifica la dimisión inmediata, para otros puede tratarse simplemente de una intromisión ilegítima en la intimidad de los dirigentes. Y así lo demuestra la reacción de buena parte de la izquierda ante dos episodios similares.
Los mensajes privados entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos frente a los SMS entre Mariano Rajoy y Luis Bárcenas.
Cuando en 2013 se filtraron los famosos mensajes del entonces presidente Rajoy al extesorero del PP, Luis Bárcenas. El conocido "Luis, sé fuerte", la izquierda no dudó en levantar la voz.
Aquellos textos, que mostraban una relación que muchos consideraron impropia entre el presidente del Gobierno y una persona investigada por corrupción. Fueron usados como prueba moral y política de que Rajoy debía abandonar La Moncloa.
Poco importó entonces que se tratase de mensajes privados: la ética pública y la exigencia de ejemplaridad primaban sobre cualquier derecho a la intimidad. Las portadas, los editoriales y los discursos en el Congreso se encargaron de subrayarlo.
En cambio, la reciente filtración de conversaciones privadas entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos ha recibido un tratamiento muy distinto. Desde sectores progresistas se ha denunciado principalmente la "ilegalidad" de la filtración. Y se ha centrado el foco en quién y por qué ha difundido los mensajes, más que en su contenido.
La discusión ha girado en torno a la vulneración de la privacidad, al uso político de información obtenida sin consentimiento. E incluso se ha apuntado a supuestas maniobras de “cloacas del Estado”.
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