
Mañueco advierte del 'caos socialista' y estalla contra el PSOE
El presidente de la Junta de Castilla y León: "Si los socialistas vuelven, lo que llegará será el caos”
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, volvió a marcar terreno político en una sesión parlamentaria cargada de tensión. Desde la tribuna, el líder del Partido Popular lanzó un mensaje directo: si el PSOE logra gobernar en la comunidad, lo que espera es “caos”. Una palabra elegida con precisión para reforzar su relato y distanciar su gestión de la de Pedro Sánchez.
“Aquí no hay más que caos, el del Gobierno de España y el del PSOE”, sentenció Mañueco, en una intervención con tono más de mitin que de sesión de control. Con esas palabras, el presidente autonómico buscó vincular los problemas del Ejecutivo central con los riesgos de un hipotético gobierno socialista en Castilla y León.
Un discurso con carga electoral
El mensaje no fue casual. Mañueco construyó su intervención sobre la idea de orden frente a desorden, estabilidad frente a improvisación. Su estrategia pasa por reforzar el contraste entre la gestión de su Ejecutivo y la del Gobierno nacional, que calificó de “ruido, lío y desgobierno”.
El presidente popular aprovechó la ocasión para lanzar varios dardos a miembros destacados del PSOE. Mencionó a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, a raíz de la polémica sobre las pulseras antimaltrato, y apuntó también al ministro de Transportes, Óscar Puente, al que acusó de “hundir el transporte ferroviario y el aeropuerto de Valladolid mientras hace política de plató”.
El tono fue duro, directo y sin concesiones. Mañueco buscó afianzar su liderazgo interno dentro del PP y proyectarse como un referente de oposición al socialismo en el ámbito autonómico.
Un relato de confrontación
El presidente de Castilla y León lleva semanas insistiendo en el mensaje del “caos socialista”. Lo repite en plenos, ruedas de prensa y actos públicos. Su objetivo es claro: identificar al PSOE con descontrol, improvisación y falta de gestión eficaz.
Este discurso, similar al que mantiene el Partido Popular a nivel nacional, busca consolidar a su electorado más fiel y evitar fugas hacia opciones más radicales. En la práctica, Mañueco pretende presentarse como el garante de la estabilidad institucional frente a lo que considera una deriva política del Gobierno de Sánchez.
En su intervención, el líder popular subrayó que su Ejecutivo “mantiene el rumbo, protege los servicios públicos y defiende la unidad territorial”, mientras acusó al PSOE de poner en riesgo la cohesión de España con sus pactos parlamentarios.
Castilla y León como trinchera política
La sesión parlamentaria dejó entrever el clima de precampaña que ya se respira en la comunidad. Mañueco aprovechó el debate para marcar perfil político y recuperar protagonismo mediático.
El presidente regional se mostró decidido a mantener el pulso con el PSOE en todos los frentes, tanto en el Congreso como en las Cortes autonómicas. “Lo que el PSOE trae allá donde gobierna es ruido, lío y desgobierno”, insistió ante los diputados.
Con esta estrategia, Mañueco convierte a Castilla y León en una trinchera política frente al socialismo y en un laboratorio del discurso que el PP quiere extender al resto del país: estabilidad, gestión y orden frente al “caos socialista”.
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