
Los lujos de Begoña Gómez que Moncloa quería ocultar quedan al descubierto
Un nuevo informe pone a Moncloa contra las cuerdas
La Presidencia del Gobierno ha reconocido por primera vez que Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, utiliza aeronaves militares, como el Falcon, para viajes de carácter personal. Además, se ha confirmado que Begoña Gómez dispone de un pasaporte diplomático, un hecho que ha generado controversia debido a la falta de transparencia sobre el uso de recursos públicos. Esta información, publicada por El Debate, ha reavivado el debate sobre el manejo de los fondos estatales por parte de Moncloa.
Según el medio, Moncloa ha evitado aclarar si los viajes de Begoña en el Falcon han sido financiados con dinero público o si se han costeado billetes comerciales para otros desplazamientos. Esta opacidad ha sido criticada, considerando que la negativa a proporcionar detalles podría ser un intento de proteger a la esposa del presidente. La falta de información precisa ha llevado a especulaciones sobre el uso indebido de recursos del Estado, especialmente porque Begoña Gómez no ostenta un cargo oficial que justifique tales privilegios.

El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno ha emitido resoluciones previas exigiendo a Presidencia que detalle los viajes de Begoña Gómez en el Falcon, incluyendo destinos y motivos. Sin embargo, Moncloa ha incumplido estas órdenes, lo que ha derivado en una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Este organismo deberá determinar si el Gobierno debe hacer pública la información solicitada, un paso que podría obligar a Sánchez a rendir cuentas.
La polémica se suma a otros cuestionamientos sobre las actividades de Begoña Gómez. Entre ellos, se encuentran las reuniones en Moncloa con el empresario Carlos Barrabés, vinculado a contratos públicos, y el uso de recursos de la Presidencia para fines personales. Estas acusaciones han intensificado las críticas hacia el Gobierno por su falta de transparencia.
El caso ha generado reacciones en redes sociales, donde usuarios han expresado indignación por el uso de recursos públicos. Algunos han calificado la situación como un abuso de poder, mientras que otros exigen una investigación más profunda. La controversia pone en el centro del debate la necesidad de mayor claridad en el uso de los recursos del Estado por parte de figuras cercanas al Gobierno.
El juez pone el foco en los correos del software de la cátedra de Begoña Gómez
El juez del caso Begoña Gómez exige todos los correos y claves del software de la cátedra UCM. El juez del caso Begoña Gómez ha ordenado recabar todos los correos de la cátedra que dirigía en la Universidad Complutense de Madrid.
Según fuentes jurídicas, será la propia UCM quien deberá volcar las comunicaciones desde el correo oficial de la cátedra ya disuelta. La cátedra de Transformación Social Competitiva es el foco de la investigación por posible apropiación indebida de un software.
El instructor del caso, Juan Carlos Peinado, ha accedido a nuevas diligencias solicitadas por la acusación popular de Hazte Oír. Entre las medidas ordenadas, figura la petición a un directivo de Google para que entregue correos cruzados con Gómez.
También se solicitan los correos que intercambió con la asesora de Moncloa, imputada en esta misma causa judicial. El directivo, Miguel Rodríguez Bueno, declaró como testigo y ofreció entregar documentos que consideró relevantes para el caso.

Rodríguez fue el responsable técnico en Google del desarrollo del software impulsado por la cátedra dirigida por Gómez. El juez ha enviado requerimientos a las empresas que colaboraron gratuitamente en la creación de la citada plataforma.
Entre ellas figuran Google, Deloitte, Indra, Telefónica y Devoteam, con aportaciones superiores a los 300.000 euros. Estas compañías deberán entregar código fuente, ejecutables, repositorios y otros desarrollos digitales del software investigado.
El juzgado analiza si Begoña Gómez se apropió del programa creado como iniciativa 100% UCM con financiación externa.
El juez también ha requerido a la empresa proveedora de la web del proyecto la documentación del dominio registrado. Esa página web quedó a nombre de Gómez tras ser transferida por su colaboradora en la cátedra, Blanca de Juan.
Más noticias: