Las redes estallan tras la aparición de Sánchez en la fiesta de la exmujer de Ábalos

Recientemente se ha revelado un vídeo de la fiesta de la exmujer de Ábalos. A la cual asistieron cargos relevantes del gobierno como Sánchez, Marlaska, Bolaños, Aldama y Montero. Llama la atención que Sánchez negara conocer a Aldama, y sin embargo ahora aparezca junto a él en distintos actos públicos y sociales.

Su presencia en una fiesta junto a ministros demuestra que la cercanía era real y no solo institucional. Para la gente resulta claro que se esconde más de lo que se reconoce. A todo esto se suma la filtración de la exmujer de Ábalos, Carolina Perles.

La exmujer confirma en parte a Aldama: Ábalos, Aldama y Koldo tenían trato personal y coincidían en fiestas privadas. También habla de llamadas y gestiones personales que van mucho más lejos de lo que debería ser un trato institucional.

Sus palabras describen un entorno de miedo, presiones y relaciones turbias entre el exministro y sus asesores. Aunque parte de lo que cuenta sea personal, encaja con la sospecha de un poder ejercido de forma opaca.

Perles ha repasado los temas que le faltaban por comentar sobre casi dos décadas de relación con Ábalos.

 Si no le haces caso, busca la manera de complicarte la vida.

Perles también habló sobre los sobres de dinero en efectivo que Ábalos entregaba a su acompañante, la mujer que le acompañaba en actos privados. Dice que la cantidad total era de 1.500 euros y que Ábalos mentía al negarlo. 

La izquierda se ha presentado como defensora de la transparencia y la ética en la gestión pública, pero casos como este desmontan ese relato. Es incoherente exigir confianza mientras se repiten las prácticas que antes se reprochaban a la oposición.

Una izquierda que tolera privilegios y redes de favores pierde toda legitimidad para hablar de igualdad o justicia. Hace falta una investigación implacable, responsabilidades asumidas y dimisiones inmediatas. Si no, la izquierda quedará retratada como un proyecto hipócrita, hundido en su propia corrupción y vacío de los valores que presume defender.

El pasado de la exmujer de Ábalos que desconocías

La exmujer de Ábalos se encuentra a la orden del día. Recordemos que Carolina Perles ha dado un paso hacia adelante y ha hablado sobre el que fue su marido durante 20 años. 

Valenciana de nacimiento y con 50 años a sus espaldas, Perles alcanzó en 2008 una de sus metas profesionales: incorporarse a la Policía Local tras aprobar las oposiciones. Aquel mismo año comenzó también su relación con Ábalos, que en ese momento desempeñaba funciones de concejal en el Ayuntamiento.

Después de contraer matrimonio con Ábalos tan solo un par de meses tras superar las oposiciones, Carolina Perles decidió, dos años más tarde, dejar la Policía Local y sumarse a la Fundación Internacional de Apoyo al Desarrollo Local y Social (Fiadelso), donde ocupó los cargos de tesorera y vocal.

La boda de Perles con José Luis Ábalos tuvo lugar en 2008. Se dio paso a la llegada de dos hijos que aún son menores y constituyen el grupo más joven dentro de la familia del dirigente. Perles ha enfatizado su papel como madre y la necesidad de resguardar la vida privada de sus hijos frente a los medios.

Pero ahora, Perles ha hablado en una entrevista. Al parecer, según el testimonio de Perles, relató su situación a Adriana Lastra, entonces vicesecretaria del partido, y a Maritcha Ruiz Mateos, directora de Comunicación.

También confió sus miedos a Nadia Calviño, por entonces ministra de Economía. La respuesta fue tajante: "No quiero saber nada".

Lo contó este lunes en el documental El precio de la corrupción, emitido por Telecinco. Una grabación cuya emisión trató de impedir el propio Ábalos.

Allí explicó que buscó apoyo en Calviño, con quien había entablado relación personal durante el confinamiento de 2020.

Ambas eran vecinas en la residencia oficial de la calle Balbina Valverde de Madrid. Perles vivía en la planta baja con Ábalos y sus hijos. Calviño, en la primera.

Durante aquellos meses difíciles, incluso cuando Perles fue diagnosticada con cáncer de pulmón, la futura presidenta del Banco Europeo de Inversiones le mostró cercanía. Pero cuando se trató de abordar la vida oculta del ministro, Calviño se cerró en banda.