Las misteriosas conexiones entre el PSOE y el chavismo al descubierto

El que fuera Enrique Alvarado, embajador de Juan Guaidó en Budapest. Ha hecho declaraciones reveladoras sobre las conexiones entre el PSOE y el chavismo en Venezuela, sugiriendo que estas relaciones trascienden lo meramente político.

Según Alvarado en una entrevista al ABC, figuras clave dentro del PSOE, incluyendo al exministro José Luis Ábalos. Mantuvieron reuniones privadas con intermediarios del chavismo, como Víctor de Aldama, apuntando a posibles intereses económicos y acuerdos secretos.

En marzo de 2019, Alvarado y otros embajadores del gobierno de transición de Juan Guaidó fueron convocados a una reunión con José Luis Ábalos en la sede del PSOE en Madrid. Esta reunión fue organizada por Víctor de Aldama, un lobista con conexiones personales que facilitaron su acceso al grupo de embajadores.

Durante el encuentro, Ábalos buscó establecer una relación amistosa y política con los representantes de Guaidó. Sin embargo, Alvarado percibió que el equipo de Ábalos esperaba obtener influencia y recursos que los embajadores no poseían, dado que Maduro aún mantenía el control político y económico en Venezuela.

Revelaciones y Cartas No Entregadas

Una carta publicada por ABC, en la que Ábalos nombraba a Aldama como intermediario entre el Gobierno de España y Juan Guaidó, no llegó a manos de Guaidó ni de Alvarado. Esta falta de transparencia alimenta las sospechas sobre la verdadera naturaleza de estas reuniones y los intereses que podrían estar en juego.

Alvarado también mencionó que el Gobierno español, durante la administración de Rodríguez Zapatero. Podría haber tenido intereses económicos en Venezuela, similares a las actividades de Raúl Morodo, exembajador español en Venezuela, quien ahora enfrenta problemas legales.

Intereses Económicos y Relaciones Empresariales

Alvarado sugirió que la relación entre el PSOE, el gobierno de Pedro Sánchez y el chavismo va más allá de la política. Insinuando posibles acuerdos económicos. Según él, Rodríguez Zapatero pudo haber negociado con Maduro para financiar el proyecto político de Sánchez con recursos de empresas españolas con grandes intereses en Venezuela, como Repsol y Telefónica. Esta posibilidad se refuerza por la deuda significativa que Venezuela tenía con estas compañías, y los potenciales beneficios económicos para ambos gobiernos.

Enrique Alvarado comparó la situación actual con las actividades de Raúl Morodo en Venezuela, recordando una anécdota donde se encontró con José Bono en Roma.

Bono le relató un encuentro con Hugo Chávez en Barquisimeto. Donde Morodo estaba presente, evidenciando la estrecha relación entre el embajador español y el presidente venezolano. Estas conexiones subrayan la posible continuidad de una red de intereses políticos y económicos entre España y Venezuela.

Alvarado expresó su creencia de que Nicolás Maduro perderá las próximas elecciones presidenciales en Venezuela, destacando el apoyo masivo a María Corina Machado. Según Alvarado, la inteligencia española en Caracas está mal informada sobre la situación real, previendo una diferencia de más de 20 puntos a favor del candidato opositor González Urrutia sobre Maduro. González Urrutia, un diplomático dispuesto a negociar una salida honorable para Maduro, representa una esperanza para el futuro político de Venezuela.