Koldo pacta su silencio con el Gobierno a cambio de posibles favores judiciales
Así lo aseguran fuentes próximas al ex asesor de Ábalos que ayer no declaró en la comisión
Koldo no tiró ayer de la manta. A pesar de la máxima expectación que despertó su presencia en el Senado con motivo de la comisión de investigación por la presunta trama de corrupción, el exasesor de Ábalos no disparó contra el Gobierno ni soltó ningún dato que pudiese demostrar la connivencia entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y la red de intermediarios que movieron cientos de millones de euros en mascarillas.
Koldo, a diferencia de otros comparecientes que se colocaron justo en medio de la mesa, se colocó frente al lugar que ocupaban los representantes del PSOE. Se acogió a su derecho a no declarar y solo se limitó a meterle un zasca al senador de Bildu cuando le preguntó si tenía la conciencia tranquila.
Visiblemente tranquilo, el que fuera consejero de ADIF justificó su silencio sobre la base de que no tiene las "herramientas" para poder contrastar las cuestiones que le formulan los parlamentarios y porque todavía no ha dado su versión ante el juez de la Audiencia Nacional que le investiga, y ante el que también rechazó declarar cuando fue detenido el pasado mes de febrero.
Koldo ni siquiera replicó las acusaciones que hizo en El Mundo contra los expresidentes autonómicos Francina Armengol y Ángel Víctor Torres ni dejó caer que manejase información sensible de Moncloa como ha hecho en sus reuniones off the record con periodistas.
Las entrevistas que hizo Koldo en diversos medios solo eran su estrategia para aparecer como una víctima abandonada por su partido y deslizar que podía tirar de la manta contra el Gobierno y llamar así la atención de los fontaneros de Moncloa. Sánchez sabe que el exasesor de Ábalos cuenta con información comprometida desde que fue el encargado de custodiar las urnas de las primarias en las que Sánchez derrotó a Susana Díaz y cómo han sido los tejemanejes en el Ministerio de Transportes donde se mueven miles de millones de euros.
Aquellos avisos en forma de entrevistas provocaron que los intermediarios del Ejecutivo moviesen ficha y se acercasen a sus abogados con tal de conseguir un pacto de no agresión. Preocupaba en Moncloa su estabilidad emocional y sus contactos con medios más próximos al PP.
Koldo, según fuentes próximas, ha revelado que el Gobierno le protegerá porque es consciente de que si es no es así podría tener problemas con sus posibles confesiones. El Ejecutivo, que en este tipo de maquinarias se jacta de tener casi controlado el aparato judicial, ha prometido a través de estos intermediarios ayudar a Koldo en lo que esté en su mano a nivel judicial. Viendo cómo han usado la Justicia y la Fiscalía para contentar a sus socios independentistas a Koldo no le queda la menor duda de que el silencio le será rentable. Su ex jefe, José Luis Ábalos, tampoco está en una campaña contra el Ejecutivo, aunque no hay constancia de que existan negociaciones entre ambas partes. Fuentes del entorno de Ábalos revelan que el exministro no quiere aparecer ante la militancia del PSOE como un traidor a Pedro Sánchez a pesar de que sigue dolido con el presidente del Gobierno.
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