Isabel Pérez denuncia coacciones tras ser vetada en la UCM por orden de Marlaska

La portavoz de Vox en Madrid, Isabel Pérez Moñino, ha denunciado coacciones tras impedirle la entrada a la Facultad de Políticas de la UCM. El veto se produjo cuando Moñino intentó acceder a la universidad, donde iba a participar en una charla sobre libertad de expresión con otros ponentes.

Junto al youtuber Isaac Parejo e intelectuales como Miguel Ángel Quintana Paz, Moñino acudió a denunciar la censura impuesta por la UCM.  La universidad había cancelado el evento previamente, alegando que debía cumplir criterios de "interés académico" y "respeto a la libertad de expresión".

A pesar del acuerdo con la asociación convocante para reprogramar el evento, los ponentes decidieron acudir a la fecha prevista para protestar. Al llegar a la facultad, se encontraron con un despliegue policial y grupos radicales que impedían su acceso al edificio, agravando la tensión.

Desde Vox han señalado directamente al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como responsable de la decisión de bloquearles la entrada. Moñino calificó la acción como "un atropello a los derechos fundamentales" y acusó al Gobierno de usar la UCM como instrumento de censura ideológica.

Por su parte, la universidad justificó su postura asegurando que el evento podría "poner en riesgo la seguridad de la comunidad universitaria". Afirmaron que en la facultad hay estudiantes y trabajadores de diversas creencias, orígenes y comunidades LGTBIQ+, y buscan garantizar un "espacio seguro". La facultad subrayó que los actos deben contar con el respaldo del profesorado y no promover discursos que consideren que incitan al odio o la violencia.

Desde Vox han cuestionado quién decide qué es un "discurso de odio" y denuncian que en la Complutense solo se permite una visión política hegemónica. Moñino criticó al vicedecano Víctor Alonso Rocafort, quien aseguró que "los discursos de odio no pueden pasar a la universidad", en alusión a Vox.

"Nos vetan porque les incomoda el debate. No pueden soportar que haya una voz discordante en su burbuja ideológica", declaró Moñino ante los medios. La diputada de Vox formalizó la denuncia en la comisaría de Fuenlabrada, alegando prevaricación y coacciones por parte de las autoridades implicadas.

En la denuncia, se exige el acta que justifica la cancelación del evento y el documento policial que ordenó prohibir el acceso a las instalaciones. El partido considera que esta es una prueba más del uso político de las instituciones para silenciar las voces conservadoras en la universidad española.

El episodio ha generado una fuerte controversia, con críticas a la UCM por restringir el debate y a Vox por provocar una confrontación política. Desde la izquierda defienden la decisión de la universidad y acusan a Vox de victimismo, alegando que no cumplen los criterios para realizar el acto.