Logo edatv.news
Logo twitter
Una mujer hablando en un podio con un fondo morado y la palabra "Podemos" en el frente del podio.
POLÍTICA

Irene Montero acepta liderar una candidatura a las generales tras su ruina en Europa

Su vuelta a primera línea política llega impulsada por Ione Belarra, que pidió que encabece una lista de "esperanza y más derechos"

La exministra, que avaló la ley del “solo sí es sí”, ahora pretende ser referente de paz tras beneficiar a más de 1.200 agresores sexuales.

Su vuelta a primera línea política llega impulsada por Ione Belarra, que pidió que encabece una lista de "esperanza y más derechos". Lo hizo en un acto por la paz que criticó el gasto militar, pero ignoró el daño causado por sus políticas de seguridad y justicia.

Mujer hablando en un micrófono durante un evento al aire libre.

Montero, que no asumió responsabilidades por los efectos de su ley, se presenta como adalid de los derechos y de la justicia social. “Este es el momento de comprometerse”, dijo, como si no hubiera sido responsable de una de las mayores chapuzas legislativas.

Con la ley del “solo sí es sí”, Montero permitió la revisión a la baja de condenas a violadores y agresores sexuales por todo el país. Más de 1.200 beneficiados y cerca de 120 excarcelados. Su gestión generó un clamor social y críticas incluso en su propio gobierno.

Mujer hablando en un podio con el fondo de la bandera de la Unión Europea.

Pedro Sánchez y el PSOE terminaron corrigiendo su ley, pero Montero jamás pidió perdón ni reconoció el desastre de su normativa. Lejos de mostrar autocrítica, acusó a jueces y medios de malinterpretar una ley “feminista” que terminó siendo una amenaza real.

Ahora pretende liderar una “candidatura por la paz” que incluya a “todas las personas contra la guerra”, según ella misma anunció. Lo que no dijo fue cómo piensa garantizar la paz si su paso por Igualdad trajo inseguridad a mujeres y víctimas de abusos.

Durante su mandato, se rodeó de asesores sin experiencia, creó estructuras paralelas y convirtió el ministerio en un feudo ideológico. Nombramientos a dedo, contratos millonarios y una gestión más centrada en TikTok que en los problemas reales de las mujeres.

Las críticas no vienen solo de la derecha. Feministas históricas la acusaron de instrumentalizar el movimiento y polarizar la agenda. Su deriva sectaria dejó fuera a voces críticas, mientras se blindaba con el discurso victimista de “nos quieren callar”.

Pese a estos antecedentes, Podemos vuelve a confiar en Montero para una candidatura electoral con aspiraciones de “liderazgo moral”. Según Belarra, la propuesta pretende unir a sectores antimilitaristas y recuperar a votantes desencantados con Sumar y Yolanda Díaz.

Sin embargo, muchos ven este movimiento como un intento desesperado por recuperar protagonismo ante el hundimiento de Podemos. Las encuestas no son favorables, y la figura de Montero sigue profundamente polarizada tras su gestión en el Ministerio de Igualdad.

Los españoles no olvidan que la ministra que liberó a violadores ahora quiere dar lecciones de derechos y justicia social. Una “candidatura por la paz” liderada por quien sembró el caos legal parece más una broma que una alternativa política seria.

➡️ España ➡️ Política

Más noticias: