
Incoherencias en la declaración de Pilar Sánchez que la UCO ha dejado al descubierto
La número dos del PSOE de Madrid está contra las cuerdas
Pilar Sánchez Acera niega haber filtrado información desde la Fiscalía y limita el alcance de su actuación. La actual número dos del PSOE de Madrid, Pilar Sánchez Acera, ha comparecido ante el Tribunal Supremo el pasado miércoles. En su comparecencia aseguró que solo envió información sobre el caso del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso y del fiscal que lo investigaba a Juan Lobato.

Sin embargo, su versión presenta diferencias con los informes elaborados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Según estos documentos, otras personas dentro del partido y en el entorno de Moncloa también habrían tenido acceso al contenido. Esto, antes de su difusión en los medios de comunicación.
Defensa ante el juez y contradicciones con la UCO
Sánchez Acera, quien en el momento de los hechos era jefa de gabinete de Óscar López, declaró ante el magistrado Ángel Hurtado que no recordaba quién le envió la información. Afirmó que recibió la imagen de un documento a través de WhatsApp y que posteriormente la reenviaría a Lobato para que la utilizara en la Asamblea de Madrid. No obstante, rechazó tajantemente que la filtración tuviera su origen en la Fiscalía y negó haber recibido órdenes de Moncloa para compartirla.

Asimismo, aseguró que su actuación se limitó al marco de sus funciones como secretaria de política institucional del PSOE madrileño. También, negó haber compartido la información con otros miembros del partido o con periodistas. Esta afirmación contrasta con la investigación de la UCO, que señala que varias figuras clave del PSOE y del entorno gubernamental conocían el contenido del documento antes de su publicación.
Un mensaje clave en la investigación
Uno de los elementos más relevantes en la investigación es un mensaje enviado el 14 de marzo de 2024 en un grupo de WhatsApp llamado "Coordinación SG". En este chat, según la UCO, Lobato indicó que Sánchez Acera le sugirió que fuera él quien hiciera público el contenido del correo procedente de la Fiscalía.
Pese a que Sánchez Acera insiste en que solo compartió la información con Lobato, los investigadores aseguran lo contrario. Esto, ya que concluyeron en su informe de diciembre que otros dirigentes políticos también estaban al tanto del documento. La investigación sigue en curso para esclarecer el origen y el alcance de la presunta filtración.
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