
El Gobierno de Aragón carga contra Óscar Puente por el retraso en las obras de la A-22
Fuentes del ejecutivo autonómico han señalado que “no es un día para celebrar” debido a los retrasos acumulados en la obra
Óscar Puente inauguró este miércoles el último tramo de la A-22, de Huesca a Siétamo, después de 20 años de obras. El acto comenzó a las 10:30 horas y marcó la apertura de 12 kilómetros largamente esperados por la provincia de Huesca.
El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, no asistió, al igual que Isaac Claver, presidente de la Diputación de Huesca. La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, tampoco acudió, aunque su ausencia se justificó por motivos personales y no políticos. En su lugar participó Iván Rodríguez, segundo teniente de alcalde y responsable de Urbanismo del Ayuntamiento oscense.
Fuentes del ejecutivo autonómico han señalado que “no es un día para celebrar” debido a los retrasos acumulados en la obra. Azcón consideró que la jornada debía servir para denunciar los fallos en carreteras y ferrocarriles, no para inauguraciones. Claver justificó su ausencia por “coherencia y principios” ante un proyecto que calificó de “vergüenza” por sus retrasos.
El presidente de la DPH recordó que la demora ha generado pérdidas económicas, oportunidades frustradas y problemas de seguridad vial. Varios accidentes mortales se han producido durante las obras, un hecho que las autoridades locales no han olvidado.

El Comité Intercomarcal del PAR denunció que los retrasos muestran el menosprecio hacia Aragón desde las administraciones centrales. Su presidente, Javier Betorz, exigió que se establezcan plazos más rápidos para las muchas infraestructuras pendientes.
La obra de la A-22 se prolongó durante dos décadas, con múltiples interrupciones y cambios de proyecto que retrasaron su apertura.

Óscar Puente destacó que la finalización representa un paso importante en la conexión y desarrollo de la provincia de Huesca.
Desde el Gobierno autonómico, se insistió en que la inauguración no oculta los años de demora y problemas en ejecución. Los alcaldes asistentes coincidieron en que la apertura de este tramo es esencial para la seguridad y el tránsito de vehículos. Se espera que el nuevo tramo alivie la congestión y reduzca el riesgo de accidentes graves en la antigua carretera.

El director general de Carreteras, Miguel Ángel Arminio, representó al Ejecutivo autonómico en el acto por respeto institucional. La inauguración marca el fin de un proyecto largamente esperado que ha generado tensiones políticas y críticas por los retrasos.
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