
La estrategia del empresario 'socio' de Cerdán para evadir su declaración en el Senado
El empresario navarro está en el ojo del huracán tras desvelarse la "trama" que llevó a Cerdán a la cárcel
Joseba Antxon Alonso, administrador de la empresa Servinabar 2000, ha decidido no declarar en la comisión de investigación del Senado sobre el ‘caso Delorme’. Esta decisión se produce al estar investigado en el Tribunal Supremo por su presunta implicación en una trama de corrupción.
Con este silencio, el empresario vasco sigue la misma estrategia que otros implicados. Entre estas, la del exasesor Koldo García, su esposa Patricia Úriz, su hermano Joseba García y la expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
Durante su comparecencia, Alonso solicitó al presidente de la comisión, Eloy Suárez, que levantase la sesión tras manifestar su intención de no responder. Sin embargo, Suárez rechazó la petición, argumentando que los senadores tienen derecho a formular sus preguntas. Así, la sesión continuó con normalidad.
Alonso fue interrogado sobre si pagó un piso al exdirigente del PSOE Santos Cerdán, sus vínculos con Arnaldo Otegi o el motivo por el que abonó un sueldo a Koldo García. Su respuesta fue siempre la misma: está obligado a asistir, pero no a contestar.
Alonso, que fundó Servinabar 2000 hace una década, se convirtió en la persona número 78 en comparecer ante esta comisión. La que está controlada por la mayoría del PP en el Senado y que lleva activa 16 meses. Aunque estaba citado inicialmente para el 1 de julio, su comparecencia se pospuso a este martes porque los populares no lograron localizarle.

La aparición de Alonso en el Senado llega justo 15 días después de su declaración en el Tribunal Supremo ante el juez Leopoldo Puente. En esa ocasión, negó que Santos Cerdán fuera su socio.
La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil halló en un registro en su domicilio un documento que indicaba que Cerdán adquirió 1.350 acciones de Servinabar por 6.000 euros. Lo que representaba el 45% de la empresa.
Sin embargo, Alonso afirmó que ese documento, creado en 2015, no tenía validez. Según explicó, se redactó cuando Cerdán consideró dejar la política tras los malos resultados en las elecciones navarras, pero la operación nunca se concretó porque Cerdán decidió seguir su carrera política.
En su declaración en el Supremo, Alonso, siguiendo la estrategia de Cerdán, solo respondió a las preguntas de su abogado. Negó haber pagado mordidas a cambio de obra pública.
Aunque admitió haber abonado a Koldo García por su intermediación en proyectos de construcción privados antes de que este fuera asesor del exministro José Luis Ábalos. Según detalló, le pagó durante nueve meses hasta enero de 2017.
La investigación del ‘caso Delorme’ sigue generando expectación, y la actitud de Alonso refuerza la percepción de opacidad entre los implicados. La comisión del Senado continuará su labor para esclarecer los hechos, mientras el caso avanza en el ámbito judicial.
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