ERC se desmorona: Oriol Junqueras plantea una dimisión en diferido
La salida de Junqueras y Rovira coincide con un momento crítico para ERC que debe decidir la investidura de Illa
Oriol Junqueras ha anunciado su dimisión diferida como presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Tras una intensa reunión de más de cuatro horas de la Ejecutiva de ERC en Barcelona. Se confirmó que Junqueras dejará su cargo después de las elecciones europeas del 9 de junio.
Este movimiento refleja la presión creciente de los críticos dentro del partido republicano. En un momento de profunda reflexión y reorganización para ERC tras los desastrosos resultados electorales del 12 de mayo.
La renuncia de Junqueras no se produce de manera aislada. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, también dejará su puesto. Rovira, quien ha estado residiendo en Suiza, abogaba desde hace días por una renovación de los cargos en el partido.
Esta doble salida marca un momento crítico en la historia reciente de ERC, que sigue lidiando con las consecuencias de sus pobres resultados electorales.
El colapso de ERC en las elecciones del 12 de mayo, donde el partido perdió 13 diputados, ha desencadenado una serie de dimisiones en la cúpula del partido. El presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, fue el primero en anunciar su retirada de la política, seguido por la decisión de Junqueras y Rovira de abandonar sus cargos. Este éxodo de líderes subraya la crisis interna que vive ERC, obligando a una revisión profunda de su estrategia política y de liderazgo.
ERC ha convocado un congreso para el 30 de noviembre, donde se espera una reflexión y redefinición del futuro del partido. Junqueras ha comunicado que abrirá un proceso de reflexión y escucha activa antes de decidir si se postulará nuevamente en ese congreso.
Por otro lado, Rovira ha sido más categórica. Anunciando que no buscará la reelección como secretaria general y advirtiendo contra los "liderazgos mesiánicos" y el "populismo emocional".
La decisión de Junqueras se produjo después de una reunión maratónica de la Ejecutiva del partido. En este encuentro, participaron figuras clave como Pere Aragonès, Joan Ignasi Elena, Carles Campuzano, Ester Capella, Meritxell Serret, Tània Verge y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. Esta reunión refleja la urgencia y la gravedad de la situación dentro de ERC, que busca desesperadamente una salida a su actual crisis.
Desde 2011, Junqueras y Rovira han liderado ERC, guiando al partido a través de momentos tumultuosos, incluido el proceso judicial derivado del "procés". Junqueras mantuvo la presidencia incluso durante los cuatro años que pasó en prisión, y Rovira ha continuado en su cargo desde Suiza. Bajo su liderazgo, ERC alcanzó ganar las generales y las municipales de 2019 y regresar a la presidencia de la Generalitat en 2021.
Sin embargo, la reciente serie de derrotas electorales ha erosionado su posición, desencadenando esta renovación forzada.
Rovira, en su despedida, enfatizó la necesidad de cambios en el partido. Subrayando que ERC debe "actualizar la estrategia política para volver a innovar y marcar un nuevo hito en el camino de la liberación nacional y el progreso social de Catalunya".
Este mensaje, dirigido en parte a Junqueras, destaca la necesidad de un liderazgo pionero y renovado en ERC.
Junqueras, por su parte, ha optado por un enfoque más ambiguo, dejando abierta la posibilidad de postularse nuevamente en el congreso de noviembre. Ha afirmado que su renuncia es para "abrir un periodo de reflexión antes de decidir su futuro". Esta postura refleja la incertidumbre y el debate interno sobre el rumbo que debe tomar ERC en los próximos meses.
La salida de Junqueras y Rovira coincide con un momento crítico para ERC, que debe decidir si apoya la investidura de Salvador Illa o enfrenta una posible repetición electoral en octubre. Esta decisión podría tener implicaciones significativas para la estabilidad política de Cataluña y la estrategia a largo plazo del independentismo catalán.
Joan Tardà, ex portavoz de ERC en el Congreso, ha instado al partido a no retirarse a los "cuarteles de invierno". Si no a iniciar una colaboración con el PSC para facilitar la investidura de Illa. Sin embargo, esta postura no es unánime dentro del partido, reflejando las divisiones internas sobre la mejor estrategia a seguir.
La dimisión en diferido de Oriol Junqueras y Marta Rovira marca un punto de inflexión para ERC. Enfrentando presiones internas y la necesidad de una renovación estratégica, el partido se prepara para un congreso crucial en noviembre.
El futuro de ERC dependerá de su capacidad para adaptarse a los nuevos desafíos políticos y recuperar su liderazgo en el movimiento independentista catalán. Esta transición será observada de cerca, no solo por los miembros del partido, sino por toda la esfera política catalana y española.
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