ERC le entrega la Generalitat a Salvador Illa y se olvida de Puigdemont
Illa, gana la votación con los 42 votos de su grupo parlamentario, los 20 votos de ERC y los 6 votos de En Comú
Salvador Illa ha sido elegido presidente de la Generalitat de Cataluña, marcando el regreso del Partido de los Socialistas de Cataluña al poder en la región después de catorce años. Esta elección ha sido posible gracias a una mayoría absoluta en el Parlament, compuesta por los votos del PSC, ERC y los Comunes. La jornada ha estado cargada de simbolismo y controversia, con la notable ausencia del expresidente Carles Puigdemont, quien continúa en paradero desconocido.
Illa, gana la votación con los 42 votos de su grupo parlamentario, los 20 votos de ERC y los 6 votos de En Comú, sumando un total de 68 escaños. Que representan la mayoría absoluta en la Cámara.
Un Pleno Marcado por la Ausencia de Puigdemont
La jornada de investidura ha estado marcada por la notable ausencia de Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat que actualmente se encuentra en Bélgica y sigue en paradero desconocido.
Puigdemont no asistió al pleno de investidura ni participó en la votación. Lo que ha sido interpretado como una manifestación de su desacuerdo con el proceso actual. Aunque su grupo, Junts, aplaudió durante la votación, Puigdemont no ha estado presente para respaldar la candidatura de su partido.
Una vez elegido, Salvador Illa realizó su primer gesto simbólico como presidente al saludar a los representantes de los grupos políticos presentes en el Parlament, incluyendo al presidente saliente Pere Aragonès.
Sin embargo, Illa evitó dar la mano a los parlamentarios de Vox y Aliança Catalana. Lo que ha sido interpretado como un acto de rechazo hacia estas formaciones políticas. Esta decisión refleja el contexto político polarizado en Cataluña, donde las relaciones entre los diferentes grupos han sido tensas.
La elección de Salvador Illa como presidente de la Generalitat tiene varias repercusiones significativas para la política catalana y nacional. Primero, el regreso del PSC al poder en Cataluña refuerza el papel de Pedro Sánchez y el gobierno central, que ha visto reducido su poder territorial en los últimos años.
La jornada ha sido objeto de diversas reacciones. La ausencia de Puigdemont y su actual situación como prófugo de la justicia han generado incertidumbre en torno a la política catalana.
Además, el hecho de que Illa haya eludido saludar a ciertos grupos políticos indica la persistencia de la polarización en la región. La oposición ha criticado el proceso de investidura y ha manifestado su desacuerdo con la nueva administración.
Más noticias: