
EEUU adopta una inquietante postura que pone en riesgo a España
La ambigüedad de Washington desata alarmas sobre la seguridad y estabilidad política del país europeo
La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, ha iniciado una investigación formal sobre contratos del Gobierno español con Huawei.
El objetivo es determinar si estos acuerdos representan un riesgo para la seguridad en el marco de la OTAN y las bases militares compartidas.
Fuentes legislativas del Capitolio confirmaron que el análisis responde a advertencias previas de las comisiones de Inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes.
La revisión examina riesgos para activos, métodos y fuentes de inteligencia estadounidenses. También evalúa la solidez de los protocolos de intercambio de información con España.
Gabbard ha informado, mediante carta oficial, que a finales de mes se tendrá un informe con conclusiones preliminares.
Si se confirma que los contratos continúan, podría limitarse notablemente el flujo de inteligencia compartida. Esto afectaría a operaciones contra el terrorismo, el crimen organizado y otras amenazas estratégicas.
Contratos y preocupaciones
El Ministerio del Interior español adjudicó a Huawei contratos por 12,3 millones de euros. Incluyen suministro de servidores y servicios de consultoría para el sistema de interceptación legal de comunicaciones.
Este sistema almacena y gestiona escuchas autorizadas judicialmente por las Fuerzas de Seguridad.

Huawei está sujeta a las leyes chinas de Inteligencia Nacional y Seguridad de Datos. Estas normas obligan a las empresas a colaborar con el Partido Comunista y entregar cualquier información que se les solicite.
Según la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad, parte de las escuchas podría terminar almacenada en sistemas gestionados por Huawei.
El informe señala incoherencias en la aplicación de una política común europea para retirar a proveedores chinos de infraestructuras críticas.
Mientras operadores españoles como Telefónica, Orange y Vodafone han retirado equipos Huawei de sus redes 5G, el Gobierno ha adoptado una postura más flexible. Esto coincide con su estrategia de atraer inversión china en sectores como energías renovables y vehículos eléctricos.
Tensión política y militar
El 17 de julio, los presidentes de las comisiones de Inteligencia, Tom Cotton y Rick Crawford, pidieron una revisión inmediata de la cooperación con España. La solicitud advertía del riesgo para la seguridad occidental de permitir que Huawei maneje datos sensibles.
Ahora, Gabbard ha transformado esa petición en una acción ejecutiva. La investigación podría derivar en restricciones al intercambio de información entre ambos países.
Estados Unidos comparte con España datos clave en operaciones policiales y militares, incluyendo alertas tempranas y evaluaciones estratégicas.
Ese flujo de inteligencia cubre desde localización de objetivos y seguimiento de comunicaciones hasta datos clasificados reservados a mandos militares. La decisión sobre los contratos con Huawei podría modificar significativamente este intercambio.
El Gobierno español tiene hasta finales de mes para reconsiderar o revocar el contrato. La justificación oficial es que Huawei presentó la oferta más económica y que la ley obligaba a aceptarla.
En Washington, esta explicación se interpreta como un signo de acercamiento a Pekín. La reciente visita de Pedro Sánchez a China para estrechar lazos en ciencia, educación y cultura refuerza esa percepción.

El pliego de condiciones del contrato no incluyó cláusulas que impidan a Huawei adjudicarse servicios con implicaciones de seguridad. Esto, junto con los precios bajos de la empresa y su relación directa con el Estado chino, ha encendido las alarmas.
En el pasado, España, bajo presión de la UE y EE.UU., excluyó a Huawei del núcleo de las redes 5G por considerarlo de alto riesgo.
Sin embargo, ha autorizado ahora su participación en el almacenamiento de escuchas judiciales, que contienen información extremadamente sensible.
Esta aparente contradicción ha generado sospechas en Estados Unidos sobre un cambio en la política española hacia China.
El resultado de la investigación de Gabbard podría influir en el papel de España dentro de los mecanismos de cooperación de seguridad occidentales.
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