El drástico cambio de vida del hermano de Begoña Villacís
De un barrio acomodado en el barrio madrileño de Chamberí a juntarse con narcotraficantes
El hermano de Begoña Villacís y la noticia de su repentina muerte se encuentra en boca de todos. Tal y como explicó EDATV, el pasado martes se dio a conocer la noticia de muerte de Borja Villacís. Fue asesinado a tiros en Madrid a las 12:30 a la altura del kilómetro 6 de la carretera de Fuencarral-El Pardo.
Según comentan las fuentes policiales, todo apunta a que haya sido un ajuste de cuentas. Todo esto relaciona a Borja con todo tipo de temas turbios relacionados con drogas. Más concretamente, a custodiar un alijo con decenas de kilos de cocaína.
Sus relaciones con este tipo de personas hizo que Borja se abriera camino al mundo de todo tipo de personas o temas conflictivos. Esto es muy llamativo por el drástico cambio de vida que sufrió el fallecido. De un barrio acomodado en el barrio madrileño de Chamberí a juntarse con narcotraficantes.
Su vida estuvo marcada por conflictos desde su juventud. Cuando fue asesinado a los 41 años, tenía solo unos pocos años menos que su hermana Begoña. Durante esos años juveniles, se unió a los Ultras Sur.
En un principio perteneció al grupo radicual vinculado al Real Madrid. Más tarde, se unió a una escisión de los Ultras Sur: los Outlaw. Este grupo se separó de los skinheads tradicionales hace años, bajo el liderazgo de una figura destacada conocida como el Niño Skin.
"Los Outlaw estaban totalmente desorganizados, nunca han sido una entidad estable", según resumen los expertos de la Policía Nacional en grupos vinculados a la violencia en el deporte. La Brigada de Información de Madrid los conocía bien. Durante años, observaron cómo se dedicaban principalmente a buscar peleas, recorriendo parques y calles y provocando disturbios, pero siempre con un desorden natural.
Al parecer, eran personas de costumbres, ya que solían ir a gimnasios del barrio de Canillejas. Según El Mundo, frecuentaban el lugar porque en la zona abundan los gimnasios de artes marciales mixtas, boxeo y otros deportes de contacto. Allí, estos grupos siempre encuentran una manera de practicar lo que después llevan a cabo en las calles.
No fue hasta estrechar lazos con el mencionado Niño Skin y con un tal Juan Manuel Bajo, que comenzó a traficar con drogas.
Las cantidades eran cada vez mayores, procedentes de Sudamérica a través de bandas colombianas. Posteriormente, ellos lo vendían a otros grupos, pero siempre al por mayor: grandes compras y grandes ventas.
Ya metido de lleno en el mundillo del narcotráfico, Borja tenía el papel de vigilar el alijo y el piso donde lo escondían. Debía asegurarse de que el material quedaba totalmente protegido y lejos de cualquier tipo de altercado. En numerosas ocasiones, la cuantía que debía custodiar podía llegar a ser considerablemente alta, llegando a 30 o 40 kilos.
En contraste con la carrera pública de su hermana Begoña, una figura prominente en la política española, Borja prefirió mantenerse en el ámbito privado.
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