
La Diputación de Castellón recupera el esplendor del arte sacro de Sant Jordi
Estas piezas religiosas son mucho más que dos trabajos artísticos de gran valor patrimonial, son motivo de orgullo para todos
La Diputación de Castellón ha devuelto a la localidad de Sant Jordi dos piezas clave de su patrimonio religioso con la restauración de las Sargas de Cuaresma de la Iglesia de Sant Jaume. La intervención, llevada a cabo por el Servicio de Restauración de la institución provincial, ha culminado con la bendición de las obras en una ceremonia a la que asistieron el diputado de Cultura, Alejandro Clausell, y el alcalde del municipio, Iván Sánchez.
Las sargas, datadas alrededor de 1840 y obra del artista morellano Juan Francisco Cruella, representan dos escenas de la Pasión de Cristo: el Vía Crucis y La Oración del Huerto. Estas piezas, ligadas al monumento del Jueves Santo, ya lucen en los muros laterales del altar del templo parroquial tras un minucioso proceso de recuperación.
Clausell destacó la relevancia de esta actuación, no solo desde el punto de vista artístico, sino también como impulso a la identidad cultural local. “Estas piezas religiosas son mucho más que dos trabajos artísticos de gran valor patrimonial, son motivo de orgullo para todos los vecinos y vecinas de Sant Jordi, y un pretexto magnífico para conocer mejor el legado de nuestros antepasados que nos define como pueblo”, afirmó.
Durante su intervención, el diputado de Cultura remarcó que la recuperación del arte sacro de los 135 municipios de la provincia es uno de los compromisos del actual Gobierno Provincial. “El mantenimiento del patrimonio histórico es una herramienta clave para generar nuevas oportunidades y fortalecer el orgullo de pertenencia”, añadió.
Las sargas, que llegaron al Servicio de Restauración en un estado muy deteriorado, presentaban desgarros en el tejido, pérdidas en la policromía y una elevada acumulación de suciedad. Gracias a la intervención profesional, se ha conseguido estabilizar el soporte textil, reintegrar las zonas dañadas y devolver la expresividad original a estas piezas con fuerte carga simbólica.
Clausell expresó su “gran satisfacción” por el resultado final, agradeciendo el trabajo del equipo técnico y subrayando que “actuaciones como esta demuestran que el patrimonio es una herencia viva que merece atención y recursos”. La jornada, celebrada coincidiendo con el día de Sant Jordi, se convirtió así en una ocasión para rendir homenaje tanto a la tradición religiosa como al arte local.
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