
Denuncian que el delegado del Gobierno 'pone en peligro' a los policías por su 'grave' falta de previsión tras la noche de violencia en Vallecas
Decenas de ultras de ambos equipos protagonizaron enfrentamientos violentos que obligaron a actuar a la Policía Nacional
La violencia volvió a ensombrecer el fútbol madrileño. La noche de ayer se convirtió en una batalla campal en las calles de Vallecas.
Decenas de ultras de ambos equipos protagonizaron enfrentamientos violentos que obligaron a la intervención urgente de la Policía Nacional. Dejando un herido y un detenido.
Pero más allá de los disturbios, el foco de la polémica se ha centrado en la Delegación del Gobierno en Madrid. Señalado por el sindicato policial JUPOL por su “gravísima falta de previsión” que, según denuncian, “puso en peligro la integridad física de los agentes”.

El sindicato ha hecho pública su indignación tras una noche que, afirman, “podría haberse evitado”. JUPOL sostiene que la Delegación del Gobierno disponía de información suficiente para anticipar los altercados.
Y es que los enfrentamientos entre los radicales de ambos equipos, Bukaneros y los ultras del Lech Poznan, estaban convocados desde hacía horas. Esa convocatoria fue a través de redes sociales, foros y canales de mensajería.
“No estamos hablando de un incidente espontáneo, sino de una convocatoria organizada, anunciada y conocida. Ante la que no se adoptaron medidas preventivas”, denunció el portavoz de JUPOL, Ibón Domínguez.
Los agentes desplegados en la zona se vieron obligados a actuar sin el dispositivo de refuerzo necesario, en un contexto que califican de “altamente peligroso”.
Según fuentes sindicales, incluso se produjeron disparos al aire para dispersar a los violentos. “El resultado fue una auténtica batalla campal que podía haberse evitado con una mínima planificación”, añadieron desde JUPOL. Y señalaron directamente al delegado del Gobierno por su gestión “negligente y temeraria”.

Las calles del barrio se convirtieron en un escenario de caos: bengalas encendidas, peleas entre grupos ultras y actos vandálicos. Un descontrol que, a juicio del sindicato policial, evidencia “la falta de coordinación y previsión” de la Delegación del Gobierno. A quien acusan de actuar “con una pasividad inadmisible” ante un riesgo evidente.
“La violencia no cabe en el fútbol ni en el deporte. Hay que tomar medidas para que esto no vuelva a pasar”, publicaba JUPOL. Todo junto a un mensaje de reconocimiento a los agentes que tuvieron que restablecer el orden “sin los medios ni la información adecuada”.
La denuncia pone en entredicho la gestión del delegado del Gobierno, que vuelve a situarse en el centro de la crítica. Todo por su incapacidad para garantizar la seguridad en eventos de riesgo.
La falta de planificación no solo expuso a los ciudadanos sino que también comprometió la seguridad de los propios policías. En un contexto en el que las alertas por violencia en el fútbol europeo son cada vez más frecuentes, la inacción institucional resulta incomprensible.
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