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Mujer de cabello corto y rubio claro en primer plano con expresión seria, al fondo personas desenfocadas y dos círculos rojos que muestran a un hombre canoso hablando por teléfono y un cartel de una empresa llamada servinabar obras y servicios
POLÍTICA

La decisión de Chivite de no jubilar a un funcionario de 73 años clave para Cerdán

Jesús Polo, el hombre clave en la adjudicación de 76 millones de euros a la empresa de Santos Cerdán y Antxon Alonso

La presidenta de Navarra, María Chivite, sigue levantando polémicas. En lugar de jubilar a Jesús Polo, un funcionario con 73 años, optó por mantenerlo en el cargo. Polo jugó un papel decisivo en la adjudicación de un contrato de 76 millones de euros a la empresa Servinabar. 

La misma vinculada a Santos Cerdán y Antxon Alonso, de la que el ex número '3' del PSOE tenía el 45% de la empresa.

El contrato está ahora bajo investigación de la oficina anticorrupción navarra. Tres de los ocho miembros de la mesa de adjudicación lo denunciaron.

Mujer de cabello corto y rubio hablando frente a un micrófono con expresión seria

Y no es para menos: la oferta ganadora superó a la segunda por apenas punto y medio. Polo, además, fue el último en votar.

Lo hizo conociendo ya las calificaciones del resto. Su voto fue clave para inclinar la balanza.

Chivite defendió la permanencia de Polo alegando una “carencia enorme de profesionales” en la administración. Sin embargo, esa afirmación no se sostiene. Desde 2022 había al menos cuatro ingenieros disponibles para contrataciones temporales.

Además, existía un proceso abierto para captar más personal. Dentro del propio departamento, más de veinte técnicos con experiencia cumplían con el perfil requerido.

La continuidad de Polo no fue casual. Su jubilación ya se debía haber producido, según la ley foral, tres años antes de la adjudicación. Pero el Gobierno foral modificó la normativa tres veces, mediante disposiciones especiales en las leyes de presupuestos de 2021, 2022 y 2023.

Estas prórrogas estaban claramente diseñadas a medida. Faltaba solo el nombre del funcionario.

Las sospechas se agravan al conocer los movimientos de Polo durante el proceso. Según denuncias internas, no solo votó de último.

También trató de justificar, por su cuenta, las deficiencias en la oferta de Servinabar y Acciona. Además, se sospecha que se comunicó con el Ministerio de Transportes, excediendo sus competencias.

Hombre de cabello canoso y expresión seria vistiendo saco oscuro y camisa clara con fondo desenfocado

El escándalo no se queda ahí. Según documentación incautada por la Guardia Civil, Cerdán poseía el 45% de Servinabar.

Esa participación, hallada en casa de Antxon Alonso, complica aún más el caso. Todo apunta a un posible "pelotazo" millonario con apoyo institucional.

La consejera de Economía en el momento en que se aprobaron las normas que permitieron a Polo seguir en su puesto era Elma Sáiz. Hoy es ministra del Gobierno central. Su ascenso ha estado ligado a la figura de Santos Cerdán, principal protagonista de la trama.

Mientras tanto, el concurso-oposición para una plaza de ingeniero técnico en Obras Públicas ya tenía 12 personas con la oposición superada en enero de 2024. Pero el proceso seguía sin resolverse.

El caso Belate huele mal. La prolongación artificial de la carrera de un alto funcionario, en un contexto de supuesta falta de personal que no era real.

Y, en beneficio de una empresa con conexiones políticas, dibuja un escenario que ya ha activado todas las alarmas. La sospecha no se disipa, al revés, crece.

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