Logo edatv.news
Logo twitter
Hombre de cabello canoso con uniforme militar verde sentado en una mesa frente a micrófonos y papeles
POLÍTICA

Cuba castiga con años de cárcel a quienes protestan por los apagones

El régimen de Díaz-Canel condena a 15 opositores por denunciar cortes eléctricos y la crisis de alimentos

El régimen de Miguel Díaz-Canel vuelve a mostrar su rostro más represivo. Este fin de semana, 15 opositores fueron condenados por protestar contra los apagones.

Las penas oscilan entre trabajos correccionales y hasta nueve años de cárcel. El Tribunal Supremo Popular justificó la sentencia con un amplio catálogo de delitos políticos.

Entre las acusaciones figuran “desórdenes públicos, resistencia, desacato y desobediencia”. También se incluyó la “instigación a delinquir”, un término utilizado de forma arbitraria. En la práctica, salir a la calle para denunciar los cortes de electricidad puede costar varios años en prisión.

En Cuba, protestar contra los apagones no es un acto de libertad. Puede implicar perder el trabajo, ser detenido y acabar ante un tribunal sumiso al poder.

Los condenados del fin de semana son un ejemplo de la represión cotidiana. Un gesto de protesta puede transformarse en un proceso judicial con castigos demoledores.

Apagones interminables en la isla

Los cortes de electricidad son una constante en la vida de los cubanos. En la actualidad, pueden durar hasta quince horas continuas en un mismo día.

Un hombre carga a un niño que sostiene una rosa blanca mientras una bandera de Cuba ondea al fondo bajo un cielo nublado.

La falta de energía arruina negocios, deja sin luz hospitales y convierte las noches en auténticas pesadillas.

Mientras la capital cubana vivía otro fin de semana de apagones, Silvio Rodríguez ofrecía un concierto. El cantautor, defensor del castrismo, entonaba himnos revolucionarios. El contraste fue evidente: los apagones no interrumpieron su espectáculo, pero sí la vida de miles de habaneros.

El año pasado, la indignación por los apagones encendió las calles. Ciudades como Santiago de Cuba, Bayamo y Santa Marta registraron manifestaciones espontáneas.

La población gritó contra la falta de luz y alimentos. La respuesta oficial fue represión, detenciones y juicios políticos.

Más de 180 disidentes arrestados

Desde 2022, al menos 180 opositores fueron detenidos por denunciar la crisis energética. Muchos permanecen encarcelados y otros esperan juicio. Los familiares denuncian un patrón claro: protestar es sinónimo de ser silenciado.

Mujer revisando basura en una calle de La Habana con el Capitolio al fondo y edificios antiguos a los lados

El régimen cubano utiliza estas condenas como advertencia. La intención es desanimar a cualquiera que intente repetir las protestas. El miedo a perder la libertad pesa tanto como el cansancio de vivir sin luz.

La crisis de los apagones se suma a la escasez de alimentos. Los mercados están vacíos, los precios suben y las colas se alargan. La población sufre un doble castigo: sobrevivir en la oscuridad y pasar hambre.

Los condenados del fin de semana simbolizan el callejón sin salida cubano. Protestar por lo básico, como la electricidad, se paga con años de cárcel.

El contraste con los escenarios iluminados de Silvio Rodríguez resume la paradoja: mientras unos cantan al régimen, otros sufren en la penumbra.

➡️ Política

Más noticias: