
Así se apropió Begoña Gómez del software financiado por la UCM
La esposa de Sánchez registró a su nombre el software de la UCM, pese a que debía pertenecer a la universidad
La Universidad Complutense de Madrid ha confirmado que nunca registró a su nombre el software desarrollado para la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva, codirigida por Begoña Gómez.
A pesar de haber sido concebido como propiedad de la universidad, la herramienta terminó en una web registrada a nombre de la esposa del presidente.
El software fue desarrollado con la financiación y colaboración de empresas como Indra, Google, Telefónica y Making Science.
Su propósito era medir el impacto social y ecológico de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Sin embargo, en lugar de quedar bajo titularidad de la UCM, como estaba previsto, se alojó en la web www.transformatsc.org, cuya propiedad estaba a nombre de Begoña Gómez.
Falta de registro y solicitud de información
La Complutense ha informado al juez Peinado que no hay registro de este software a favor de la universidad en el Registro de Propiedad Intelectual.
No obstante, la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la UCM ha revelado que Gómez solicitó información sobre "registros de webs y marcas".
Aunque la universidad no tiene constancia de que se realizara ninguna gestión posterior a estas consultas, Begoña Gómez registró a su nombre "Transforma" y "TSC".
Estos nombres coincidían con los utilizados para la cátedra, el software y uno de los másteres asociados. Además, creó la empresa Transforma TSC, S.L., lo que reforzó su control sobre el proyecto.
Coste del software y proceso de inscripción inconcluso
El desarrollo de este software tuvo un coste aproximado de 300.000 euros. Un correo del 24 de febrero de 2023 reveló detalles sobre su registro.

Dos funcionarias de la sección de Patentes de la Complutense enviaron un formulario a Begoña Gómez y a la asesora de Moncloa, Cristina Álvarez.
El documento era necesario para inscribir la invención en el Registro de Propiedad Intelectual de la Comunidad de Madrid, pero nunca se completó el trámite.
En la solicitud se indicaba que la esposa de Pedro Sánchez figuraría como coautora del programa, lo que generó controversia sobre su titularidad.
Este trámite, sin embargo, nunca se completó. Por ahora, no se tiene constancia de que la UCM haya reclamado la titularidad del software, que según los términos de su desarrollo, debía pertenecer a la universidad.
La web donde se ofrecía la herramienta dejó de estar operativa el pasado 20 de septiembre. Hasta la fecha, no se ha esclarecido quién ostenta actualmente los derechos sobre este programa informático, que fue financiado con recursos privados pero vinculado a una institución pública.
Debate sobre la gestión de recursos universitarios
El caso ha despertado un intenso debate sobre la gestión de los recursos en la UCM y la transparencia en proyectos financiados con fondos mixtos.
Diversos expertos en propiedad intelectual han manifestado que, en circunstancias normales, un software desarrollado dentro de una universidad con recursos externos y públicos debería permanecer bajo titularidad de la institución académica.
Los partidos de la oposición han solicitado explicaciones al Gobierno y a la Universidad Complutense para esclarecer por qué se permitió que el software terminara registrado a nombre de Begoña Gómez.
A su vez, algunas asociaciones de estudiantes han pedido mayor claridad en la gestión de proyectos universitarios financiados por empresas privadas.
La investigación sigue su curso y el juez Peinado podría citar a declarar a responsables de la UCM y del equipo de la cátedra.
A la espera de más detalles, el caso pone en entredicho la delimitación entre lo público y lo privado en la gestión de recursos universitarios.
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