
Así halaga el alcalde de Tarragona a Marruecos y blanquea su expansionismo
Viñuales calificó el evento como un símbolo de respeto mutuo y hermandad, destacando la integración de la comunidad marroquí en la ciudad
El reciente "Festival Marruecos en Tarragona", celebrado del 9 al 11 de mayo, ha generado controversia por incluir actos que, promovieron la agenda política marroquí. Durante el evento, se realizaron proclamas a favor de la Marcha Verde y se reivindicó la marroquinidad del Sáhara Occidental, Ceuta y Melilla.
La presencia de Aicha el Gourgi, diputada marroquí del partido Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), cercana al PSOE, intensificó las críticas. En un video, se la ve junto a una cantante que defiende la soberanía marroquí sobre el Sáhara. El Gourgi ha expresado anteriormente su apoyo a la ocupación de Ceuta, Melilla e incluso Canarias por parte de Marruecos.
El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales (PSC), participó activamente en el festival, subiendo al escenario junto al delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto. Ambos posaron frente a una imagen del rey Mohamed VI de Marruecos. Viñuales calificó el evento como un símbolo de respeto mutuo y hermandad, destacando la integración de la comunidad marroquí en la ciudad.

Sin embargo, estas acciones han sido criticadas por partidos como Vox. El diputado Sergio Macián afirmó que el PSOE actúa como "lacayo de Mohamed VI" y advirtió sobre la utilización de eventos culturales para promover la agenda política marroquí en España.
La conmemoración de la Marcha Verde, una operación marroquí de 1975 para ocupar el Sáhara Occidental, sigue siendo un tema sensible en España. La participación de autoridades locales en actos que celebran este evento ha sido vista por algunos como una falta de respeto. Sobre todo hacia la historia y soberanía española.
Además, la colaboración entre Tarragona y Tánger para establecer lazos comerciales, turísticos y culturales ha sido interpretada por algunos sectores como una alineación con los intereses marroquíes.
La situación ha generado un debate sobre los límites entre la promoción cultural y la propaganda política. Mientras algunos defienden la importancia de fomentar la diversidad y la integración, otros alertan sobre el riesgo de permitir que se utilicen eventos culturales para promover agendas políticas extranjeras.
El alcalde Viñuales ha defendido su participación en el festival, argumentando que la mejor manera de combatir los estereotipos es a través del conocimiento y el intercambio cultural. Sin embargo, las críticas persisten, y se espera que el debate continúe en el ámbito político y social de Tarragona.
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