Aprueban los Presupuestos en Murcia tras un bronco pleno parlamentario

El Pleno de la Asamblea Regional de Murcia aprobó este miércoles los Presupuestos Generales para 2025 con 21 votos del Partido Popular. Los nueve diputados de Vox se abstuvieron en la votación. Socialistas y Grupo Mixto rechazaron el proyecto presupuestario del Gobierno.

La sesión estuvo marcada por un incidente protagonizado por la portavoz de Podemos-IU-AV, María Marín, contra el portavoz de Vox. Marín colocó un capirote blanco sobre la mesa de José Ángel Antelo, en alusión directa a los usados por el Ku Klux Klan en EE.UU.

La presidenta de la Cámara, Visitación Martínez, le ordenó regresar a su escaño tras llamarla dos veces al orden durante el pleno.

Antelo pidió a Marín que repitiera sus palabras al micrófono. Amenazó con una querella si no quedaban registradas en el diario de sesiones.

Carmina Fernández, portavoz socialista, calificó los presupuestos de “ultras” y denunció que asumen la agenda ideológica de Vox. La socialista acusó al presidente López Miras de adoptar políticas “de odio, intolerancia y racismo desde las instituciones públicas”.

Fernández criticó el cierre de centros de menores inmigrantes y la supresión de programas de integración y apoyo humanitario.

Señaló que “Vox impone la agenda desde fuera del Gobierno” y alertó del efecto de “sembrar odio que luego no se podrá controlar”. Pidió a López Miras romper con Vox por dignidad y planteó presupuestos “libres de odio”, centrados en el interés regional.

Fernández denunció que “los delitos de odio se han duplicado en dos años en la Región” y reclamó medidas de integración y cohesión.

Registró 191 enmiendas por valor de 400 millones de euros que incluían mejoras sanitarias, educativas y lucha contra la pobreza.

El diputado de Vox, Rubén Martínez Alpañez, calificó los presupuestos como “gatopardistas” y arremetió contra PSOE y PP. Dijo que “llevan 40 años engañando a los ciudadanos” y pidió a la sociedad “que me deje engañarles cuatro años a mí”.

Acusó al bipartidismo de arruinar el estado del bienestar y crear generaciones condenadas al salario mínimo pese a su formación. Criticó las enmiendas del PSOE y las calificó de “ocurrencias”, ironizando sobre una propuesta basada en recibir datos por Excel.

Afirmó que Vox es “la única alternativa real” y declaró que el PP “no es ni será un partido de derechas”, diferenciándolo de su grupo.