Un alto cargo de Ábalos desvela sus oscuros secretos
El ex jefe de gabinete de Ábalos también se refirió al conocido episodio de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez
La comparecencia de Ricardo Mar Ruipérez, ex jefe de gabinete de José Luis Ábalos, ha sacado a la luz nuevos detalles sobre la gestión del exministro de Transportes. En una intervención ante el Senado, Mar Ruipérez confirmó que Jessica Rodríguez, señalada por su estrecha relación con Ábalos, acompañó al exministro en varios viajes. Sin embargo, negó categóricamente que el Ministerio hubiese costeado estos desplazamientos: “Jamás se pagó un viaje de esta señorita siendo yo director de gabinete”.
Una relación sentimental bajo escrutinio
Jessica Rodríguez, con quien Ábalos mantenía una relación sentimental, figura como protagonista en un entramado que mezcla viajes oficiales, gestiones privadas y un lujoso apartamento en pleno centro de Madrid. Según informes de la UCO, Rodríguez residió en un apartamento en Torre España, cuyo alquiler, superior a los 80.000 euros. Fue cubierto por Víctor de Aldama, empresario vinculado a proyectos en el Ministerio.
La controversia no termina ahí. Conversaciones incautadas entre Rodríguez y Koldo García, otro de los asesores cercanos a Ábalos.
Revelan que este último se encargaba de detalles personales como la compra de un iPhone o asuntos relacionados con su contrato como administrativa en Ineco. Una empresa pública dependiente del Ministerio de Transportes.
Mar Ruipérez también reconoció haber conocido a Víctor de Aldama durante una reunión oficial en el Ministerio. Según explicó, De Aldama acudió como representante del Estado mexicano de Oaxaca, acompañando al gobernador en la firma de acuerdos para proyectos de infraestructura ferroviaria en la región.
Sin embargo, la conexión entre este empresario y Jessica Rodríguez. Así como los favores que le concedió, han generado sospechas sobre un posible intercambio de beneficios.
La sombra de Delcy Rodríguez y las contradicciones en el gabinete
El ex jefe de gabinete de Ábalos también se refirió al conocido episodio de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas. Afirmó no haber sido informado previamente sobre la llegada de la funcionaria. En un intento por desmarcarse de aquel polémico encuentro que aún persigue al exministro.
Sin embargo, las contradicciones y las omisiones en torno a este caso han provocado que el papel de Mar Ruipérez y otros miembros del gabinete. La gestión de los viajes de Jessica Rodríguez y los privilegios que recibió parecen formar parte de un patrón de favoritismos. Además de uso discrecional de recursos públicos.
Lujos y gestiones privadas: ¿quién asumió los costes?
Uno de los aspectos más críticos en este escándalo es la financiación de los beneficios otorgados a Jessica Rodríguez. Aunque Mar Ruipérez aseguró que ninguno de estos gastos fue cubierto por el Ministerio. Los informes de la UCO y las conversaciones obtenidas sugieren una relación turbia entre Rodríguez, Víctor de Aldama y el entorno de Ábalos.
El apartamento en Torre España y los lujos asociados a la figura de Rodríguez han dejado en entredicho la gestión ética del gabinete del exministro. Además, la implicación de empresas públicas como Ineco en el contrato de Rodríguez alimenta las sospechas de que sus privilegios no fueron fruto del azar.
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