
Soluciones de Gestión: la empresa fantasma del sanchismo que se forró con la pandemia
Por Javier García Isac
España vivió uno de los mayores escándalos de corrupción en pleno estado de alarma. Mientras millones de ciudadanos eran encerrados en sus casas, despedidos de sus trabajos, impedidos de ver a sus muertos y sometidos a la dictadura sanitaria del Gobierno, una red de intermediarios próximos al PSOE se enriquecía con contratos públicos multimillonarios, adjudicados sin control, sin transparencia y sin escrutinio parlamentario.
Uno de los nombres clave de esa trama es el de Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, una empresa sin experiencia sanitaria alguna, sin personal cualificado, sin almacenes, sin actividad previa en el sector médico, y sin infraestructura para asumir la ingente cantidad de contratos que le fueron adjudicados. Sin embargo, entre 2020 y 2022, esta sociedad recibió más de 53 millones de euros en contratos públicos, principalmente del Ministerio de Transportes que dirigía José Luis Ábalos y en el que operaba su hombre de confianza: Koldo García Izaguirre.
¿Quién está detrás de Soluciones de Gestión?
La empresa fue creada en 1998, con sede en Zaragoza, pero apenas tenía actividad significativa antes de la pandemia. Entre sus administradores figuraba Víctor de Aldama, implicado también en el caso Delcy y en otros negocios oscuros con el entorno de Begoña Gómez, y con vínculos estrechos con redes empresariales próximas al PSOE.
La compañía fue utilizada como vehículo opaco para la intermediación en la compra de mascarillas, guantes y material sanitario durante los primeros meses de la pandemia, cuando los procedimientos de adjudicación estaban relajados por la situación de emergencia, lo cual fue aprovechado por muchos para hacer negocio rápido.
Según informes de la UCO y de la Fiscalía Anticorrupción, Soluciones de Gestión era una empresa pantalla: actuaba como mera intermediaria entre proveedores extranjeros, muchas veces de dudosa fiabilidad, y administraciones públicas desesperadas por conseguir material sanitario. A cambio, cobraba comisiones elevadísimas, llegando incluso a inflar el precio final hasta en un 300% respecto al valor real del producto.
Los contratos adjudicados
Entre los contratos más relevantes que recibió Soluciones de Gestión destacan los siguientes:
Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (José Luis Ábalos):
➤ Contrato por 20,9 millones de euros para el suministro de mascarillas quirúrgicas, adjudicado en abril de 2020.
➤ Segundo contrato por 14,5 millones de euros en mayo de 2020, también para suministro de mascarillas.
Comunidad Autónoma de Baleares (PSOE, Francina Armengol):
➤ Contrato por 3,7 millones de euros para el suministro de material sanitario, adjudicado sin licitación pública.
➤ Parte del material nunca llegó, y otra parte fue declarado defectuoso o inservible por el Servicio de Salud Balear.
Gobierno de Canarias (PSOE, Ángel Víctor Torres):
➤ Contrato por 4 millones de euros, adjudicado a dedo.
➤ El material entregado fue mascarillas fake, sin homologación, no aptas para uso sanitario.
Gobierno de Navarra (PSOE-Geroa Bai, coalición afín a Santos Cerdán):
➤ Contrato por 1,3 millones de euros, con la intermediación directa de personas vinculadas al entorno de Koldo García y su hermano Joseba.
Según las investigaciones, al menos 40 millones de euros de esos contratos están bajo sospecha, bien por haberse adjudicado sin procedimiento reglado, bien por el elevado sobreprecio, o directamente por haber entregado material inservible, fraudulento o fuera de especificaciones técnicas.
Las mascarillas fake y el negocio del miedo
Uno de los mayores escándalos asociados a Soluciones de Gestión fue el suministro de mascarillas falsas. En varios contratos, se entregaron productos sin homologación europea, con certificaciones falsificadas, y en algunos casos, con una eficacia de filtrado por debajo del 20%, según informes de Sanidad. El Gobierno sabía que el material era defectuoso, pero se pagó igualmente, y en muchas ocasiones ni siquiera se exigió la devolución del dinero.
La Comunidad Autónoma de Canarias, por ejemplo, distribuyó parte de estas mascarillas fake en hospitales y centros de salud, poniendo en riesgo a trabajadores sanitarios y pacientes. Lo mismo ocurrió en Baleares y Navarra. El criterio no era la salud pública, sino el negocio y el reparto de comisiones.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) emitió varios informes advirtiendo de la falta de conformidad de los productos suministrados por Soluciones de Gestión. Aun así, el Estado no solo no rescindió los contratos, sino que siguió adjudicando nuevos encargos a esta empresa, protegida por el entorno del ministro Ábalos y el aparato del PSOE.
El papel de Koldo García
Koldo García fue, según todos los indicios, el intermediario clave entre Soluciones de Gestión y el Ministerio de Transportes. Su nombre aparece en grabaciones, correos electrónicos y testimonios, en los que se le señala como el hombre que presionaba a técnicos del ministerio para que se aprobaran los contratos, aunque las ofertas no cumplieran los requisitos.
El auto de la Audiencia Nacional indica que Koldo cobró comisiones a través de testaferros y sociedades instrumentales, y que parte del dinero fue usado para comprar propiedades, vehículos de lujo y financiar campañas políticas. Se investiga también si parte de esos fondos fueron a parar al PSOE, en forma de donaciones encubiertas, pagos a fundaciones vinculadas o financiación de actos de partido.
Además, se sospecha que otras administraciones gobernadas por el PSOE recibieron instrucciones para contratar con Soluciones de Gestión, consolidando así una red nacional de corrupción institucionalizada.
La protección política y mediática
Pese a la gravedad de los hechos, ni Pedro Sánchez ni ningún miembro del Gobierno ha dado explicaciones públicas. José Luis Ábalos fue apartado de forma discreta, y Koldo cayó en desgracia cuando el escándalo era ya inocultable. Pero nadie ha asumido responsabilidad política. Y lo que es peor: los medios de comunicación comprados con dinero público han hecho todo lo posible para minimizar el escándalo, silenciar los contratos y proteger a los implicados.
No es casualidad que la prensa adicta al régimen se haya centrado en casos menores mientras ignoraba uno de los mayores saqueos al erario público en décadas. No es casualidad que las grandes cadenas de televisión no mencionen a Soluciones de Gestión ni a Koldo García, aunque los informes judiciales sean ya públicos. Y no es casualidad que ni Santos Cerdán ni Pedro Sánchez hayan sido llamados a declarar, pese a estar en la cúspide de esta trama.
Corrupción con denominación de origen PSOE
Soluciones de Gestión es mucho más que una empresa opaca. Es el instrumento de un sistema de corrupción institucionalizada diseñado por el PSOE para saquear el Estado durante la mayor crisis sanitaria del siglo. Es la punta del iceberg de un entramado en el que participan ministros, asesores, empresarios y militantes del partido, todos bajo el paraguas de impunidad que ofrece el sanchismo.
Este escándalo no es anecdótico. No es un error. No es un caso aislado. Es la forma de actuar de un régimen que usa el poder para enriquecerse, que reparte contratos entre amigos, y que desprecia el sufrimiento de los ciudadanos mientras se reparten sobresueldos, cargos y favores.
Y mientras tanto, los españoles seguimos pagando impuestos, recibiendo mascarillas defectuosas, soportando leyes liberticidas y viendo cómo la verdad se oculta detrás de una propaganda obscena financiada con nuestro dinero.
Javier García Isac
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