
Sánchez comparece para insultar a la inteligencia: España no puede olvidar el apagón
Por: Javier García Isac
Hoy Pedro Sánchez ha comparecido. Y, como era de esperar, no ha dicho nada útil ni asumido responsabilidad alguna. Ha salido a escena para lo de siempre: mentir, manipular, echar la culpa a otros y vender humo verde mientras España se hunde.
La realidad es que el pasado lunes, España sufrió un colapso energético sin precedentes, un apagón que paralizó nuestro país mientras el resto de Europa seguía funcionando. No fue un accidente. No fue mala suerte. Fue el resultado directo de la nefasta gestión energética del PSOE, de su "transición ecológica" sectaria, y de su absoluto desprecio por la soberanía nacional.
El ministerio de Transición Ecológica, dirigido por burócratas dogmáticos que creen en cuentos de hadas climáticos antes que en la seguridad energética real, ha dinamitado las bases que sustentaban nuestro sistema eléctrico. Cerraron centrales nucleares, despreciaron la energía de base, apostaron ciegamente por renovables intermitentes y absolutamente incapaces de sostener un país moderno.
La gran estafa de las renovables, ese negocio multimillonario para fondos buitre y especuladores verdes, ha dejado a España indefensa. Dependemos del viento, del sol, y del capricho de un sistema inestable y frágil. Y cuando falla, como falló el lunes, no hay red de seguridad. Solo oscuridad, parálisis y ruina.
Y lo más grave: no solo el PSOE ha comprado esta locura. También el Partido Popular, siempre acomplejado y temeroso de la izquierda mediática, ha aceptado el discurso de la "transición verde". También han aplaudido el cierre de nucleares, también han apoyado la Agenda 2030, también se han sumado al suicidio energético nacional.
Hoy Sánchez no comparecía para dar soluciones. Comparecía para blanquear su ineptitud, para buscar chivos expiatorios, y para preparar la siguiente fase de su agenda totalitaria. Ya lo insinúa: el gran apagón será usado como excusa para más "rearme" de su régimen, para más control digital, para más censura bajo la excusa de los "ciberataques".
Pero la verdadera amenaza para España no son los hackers. Es Pedro Sánchez y su gobierno.
El apagón no fue una anécdota. No fue un susto puntual. Fue la prueba definitiva de que este Gobierno criminal ha destruido los pilares básicos que sostienen un país moderno. No tener energía es no tener industria, no tener hospitales, no tener comunicaciones, no tener soberanía. Sin energía, un país es solo una colonia miserable, un territorio ocupado.
Y mientras tanto, en REDEIA —antigua Red Eléctrica de España— sigue al frente Beatriz Corredor, exministra de Zapatero, una política de aparato, sin la más mínima preparación técnica para gestionar una infraestructura crítica. Un escándalo mayúsculo que no puede quedar impune.
Sánchez y sus secuaces deben caer. Corredor debe ser destituida inmediatamente. Y el lunes negro de España debe pasar a la historia como el día en que quedó claro que el socialismo energético mata. Mata la prosperidad, la seguridad y la libertad.
Si permitimos que lo conviertan en una anécdota, en un "fallo técnico", estaremos firmando nuestra condena.
No podemos mirar hacia otro lado. No podemos permitirles otra mentira más. España debe exigir responsabilidades y acabar con esta banda de inútiles, corruptos y traidores.
El gran apagón debe ser el principio del gran despertar. O no habrá futuro.
Javier García Isac.
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