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Simulación de Pedro Sánchez mintiendo de nuevo
OPINIÓN

El apagón del 28 de abril: otra mentira de Estado del Gobierno Sánchez

La opinión de Javier García Isac de hoy, jueves 19 de junio de 2025

El pasado 28 de abril, a las 12:30 horas, todo un país quedó súbitamente a oscuras. Un apagón sin precedentes en la historia reciente, que afectó a decenas de miles de ciudadanos, desconectó industrias, detuvo servicios y provocó el colapso de centros de control energético. En cuestión de segundos, todo se vino abajo, menos la maquinaria de propaganda del Gobierno, que reaccionó con una precisión que ya quisiéramos para la gestión de lo público: negar, maquillar y mentir.

Desde ese mismo día, Pedro Sánchez y Beatriz Corredor —presidente de Red Eléctrica de España y exministra socialista— nos aseguraron que todo estaba bajo control, que el sistema era “robusto” y que lo ocurrido había sido una “anomalía puntual”. Lo que no nos dijeron entonces, y ahora se empieza a confirmar gracias a las filtraciones internas de las propias eléctricas, es que el Gobierno y Red Eléctrica mintieron descaradamente desde el primer minuto. Otra más.

Audios que desnudan la verdad: lo sabían desde semanas antes

Los audios filtrados por trabajadores y operadores de Red Eléctrica han destapado lo que muchos ya intuíamos: el corte de suministro no fue inesperado. Fue avisado. Fue anunciado con semanas de antelación por técnicos que, cumpliendo con su deber, advirtieron a los responsables políticos y a la cúpula energética de lo que estaba por venir. Según estos registros, la sobreproducción de energía fotovoltaica y la caída en la producción convencional estaban desestabilizando la red. El riesgo era real, inminente y conocido.

Sin embargo, en lugar de tomar medidas, el Gobierno optó por mirar hacia otro lado. Peor aún: por seguir alimentando su fanatismo climático, su obsesión con las renovables y su guerra ideológica contra el sentido común. No se trata de estar a favor o en contra de las energías limpias, sino de implementar una transición energética seria, técnica y responsable. Pero en el caso del sanchismo, todo responde a criterios propagandísticos y de sumisión ideológica a la Agenda 2030 y a los dictados de Bruselas.

Beatriz Corredor y su desprecio por los técnicos: “insultante”

Las filtraciones no solo confirman la negligencia, sino que retratan a una Beatriz Corredor soberbia, arrogante e insultante en sus comentarios hacia las eléctricas. Una política reciclada en cargo institucional, que desprecia a los expertos y técnicos que saben realmente cómo funciona el sistema. Fue su prepotencia y su ceguera ideológica la que condujo al colapso. Ahora, al ver que los audios les han estallado en la cara, intentan cerrar en falso la crisis con un supuesto “acuerdo” con las eléctricas, que no es otra cosa que un intento de compra de silencio. Otro pacto de la infamia, al estilo sanchista.

El modelo Sánchez es siempre el mismo: cuando estalla el escándalo, se compra tiempo, se compra voluntades y se persigue a quien filtra la verdad. No se depuran responsabilidades. No se actúa con transparencia. Se tapa. Se niega. Se miente. Exactamente igual que con el caso de Begoña Gómez, con las comisiones de Koldo y Ábalos, con la financiación del partido, con la fiscalía general del Estado y con los contratos públicos otorgados a amiguetes del régimen. Lo del apagón no es un caso aislado, sino una nueva pieza más del engranaje corrupto que dirige Pedro Sánchez.

¿Cinco días para reflexionar y seis meses para decirnos la verdad?

No deja de ser curioso que el presidente Sánchez pidiera cinco días para reflexionar sobre su continuidad, un teatrillo que ya forma parte del manual de manipulación emocional de Moncloa, pero haya necesitado más de seis semanas para empezar a asumir —por la fuerza de los hechos y los audios— que el apagón fue consecuencia directa de su política energética irresponsable.

La pregunta es: ¿cuándo pensaban contarnos la verdad? ¿La habríamos sabido de no haberse filtrado estos audios? ¿Habrían pactado con las eléctricas una versión edulcorada, como hicieron con la Delcygate, con el caso Tito Berni, o con la colocación del hermano de Sánchez en Extremadura?

Un Gobierno que oculta, manipula y corrompe

Estamos ante un Gobierno que no solo nos miente sistemáticamente, sino que —además— compromete la seguridad energética, la estabilidad institucional y la soberanía nacional. Lo ocurrido el 28 de abril no fue un fallo técnico: fue una consecuencia directa de la incompetencia política. Y si no se asumen responsabilidades por algo tan grave como dejar sin luz a una parte del país, ¿qué podemos esperar en el próximo colapso?

Este Gobierno debe caer. No solo por corrupto, que lo es. No solo por mentiroso, que también. Sino porque cada día que pasa en el poder, España es más débil, más vulnerable y más dependiente de intereses ajenos. El apagón del 28 de abril fue un símbolo: el sistema se colapsa, no por un rayo, ni por una tormenta, sino por la tormenta perfecta que es el sanchismo. Ya no es el “caso Sánchez”, es el caso Gobierno de España, es el caso PSOE.

Y la única salida digna es su dimisión en bloque, la convocatoria inmediata de elecciones y la apertura de una comisión de investigación independiente. La luz que se apagó aquel lunes no fue solo la de la red eléctrica: fue la de la verdad institucional. Y hasta que no se restablezca esa verdad, España seguirá a oscuras.

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