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Dos jóvenes posan en la imagen, una en primer plano con cabello lacio y expresión seria que es la infanta Sofía, y otra al fondo sonriendo con el cabello suelto y vestido azul claro, que es la princesa Leonor.
CORAZÓN

Una psicóloga señala a la infanta Sofía, hermana de Leonor: 'Tiene el síndrome de...'

La experta ha determinado con claridad el perfil psicológico de la hija menor de los reyes Felipe y Letizia

La infanta Sofía, hermana menor de la princesa Leonor, ha comenzado a despertar un creciente interés mediático. Su imagen más natural y espontánea contrasta con la de su hermana, futura heredera al trono. Y ha captado la atención no solo del público, sino también de expertos que buscan entender su personalidad desde una perspectiva psicológica.

Una de ellas es Lara Ferreiro, quien ha realizado un estudio en profundidad sobre la figura de ella. Según su análisis, la joven “tiene el síndrome de la niña perfecta”. Es más, ha advertido que, en su evolución, también podría llegar a desarrollar el llamado “síndrome de la segundona”.

La reina Letizia, la infanta Sofía y Felipe VI vestida elegantemente en tonos rojos y grises sonríe mientras está de pie frente a una estructura de piedra antigua.

La infanta Sofía, hermana de Leonor, sufre el síndrome de la niña perfecta

La infanta Sofía cada vez despierta más curiosidad y eso ha llevado a que una psicóloga, Lara Ferreiro, la haya analizado para la revista Semana. En ese estudio que ha acometido, ha dejado claro que la joven “tiene el síndrome de la niña perfecta”.

La experta ha explicado que ese es un patrón de comportamiento muy exigente. Se manifiesta cuando una persona, generalmente desde edades tempranas, interioriza que debe cumplir siempre con las expectativas ajenas. En este caso, se trata del peso de nacer en el seno de la Casa Real de España.

Según la psicóloga, la infanta Sofía ha crecido en un entorno donde la imagen, el comportamiento y la responsabilidad son observados al detalle. Esto le habría llevado a ser muy autoexigente. Su necesidad de hacerlo todo bien y de no defraudar habría originado este síndrome.

Aunque comparte esa situación con Leonor, la experta ha subrayado que en su caso existe un matiz: no es la heredera. Este hecho, lejos de librarla completamente de la presión, le ha permitido cierta libertad emocional.

Ferreiro ha indicado que Sofía ha desarrollado una personalidad más espontánea y natural. A diferencia de Leonor, que vive bajo el foco constante del deber institucional, ella se muestra más cercana, risueña y relajada. Esto sugiere que su entorno le ha permitido un apego más seguro, menos afectado por el protocolo.

La infanta Sofía sonríe mientras está de pie al aire libre con un fondo de árboles y luz natural.

No obstante, esa espontaneidad no la libera por completo del deseo de perfección. De hecho, la psicóloga apunta que la infanta Sofía quiere destacar por méritos propios. Su forma de comportarse en actos públicos refleja una voluntad firme de representar bien su papel.

La infanta Sofía podría desarrollar otro síndrome en el futuro

Más allá del perfeccionismo, Lara Ferreiro ha advertido que la infanta Sofía podría tener un riesgo futuro: el desarrollo del “síndrome de la segundona”. Esta condición emocional se da en personas que, por posición o jerarquía, sienten que viven a la sombra de un hermano o figura más destacada. En este caso, la figura central es Leonor, princesa de Asturias y futura reina de España.

Ella, al no ser la heredera, podría llegar a sentirse “la otra”, “la menos visible” o incluso “la que sobra”. No se trata de una rivalidad entre hermanas, sino de una sensación emocional interna que puede aparecer incluso con una buena relación entre ellas.

Un grupo de personas -que son la Familia Real Española- observa atentamente a un hombre vestido con ropa tradicional que sostiene un instrumento musical frente a una pared de piedra.

Este síndrome puede derivar en baja autoestima, necesidad constante de validación externa o dificultad para encontrar un propósito individual. Ferreiro enfatiza que, aunque los reyes han intentado dar visibilidad y protagonismo a Sofía cuando corresponde, la estructura monárquica tiende a priorizar a quien está destinado a heredar el trono.

Una situación como esta podría provocar, en el futuro, una especie de lucha interna por diferenciarse de su hermana. No sería raro que la infanta busque caminos personales fuera de la institución. Tal vez en el ámbito académico, cultural o incluso en causas sociales, donde pueda expresar su autenticidad y tener un impacto propio.

Además, con su inminente paso a la universidad, Sofía se enfrenta a un momento clave de independencia emocional. Este cambio de etapa puede ayudarla a definir mejor su identidad. Pero también puede despertar sentimientos de inseguridad si no cuenta con las herramientas adecuadas para gestionar la presión de su apellido.

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