
Mary de Dinamarca ha hecho las maletas y Federico lo ha confirmado
Mary de Dinamarca y toda la familia real se prepara para vivir los cambios y renovaciones que marcan una nueva etapa
La familia real danesa equilibra muy bien la tradición con la modernidad, mostrando un fuerte compromiso con su historia. A lo largo de los años, sus miembros han sabido adaptarse a los tiempos, sin perder de vista lo que los conecta con su legado. Al igual que muchas casas reales, los reyes de Dinamarca también tienen un lugar especial donde alejarse del bullicio de la vida oficial.
Este refugio ha sido testigo de momentos importantes y sigue siendo un símbolo de la estabilidad familiar. Cada año, cuando la primavera se instala en Dinamarca, la familia real se aleja de la vida ajetreada de Copenhague. Es un tiempo para disfrutar de la tranquilidad, lejos del protocolo y las obligaciones.

Un hogar lleno de historia y modernidad
Fredensborg tiene una larga historia que se remonta al siglo XVIII. A lo largo de los años, el palacio ha servido para diversos fines, desde hospital durante las guerras napoleónicas hasta almacén. Hoy, es la residencia oficial de los príncipes daneses y un lugar cargado de recuerdos para la familia real.
Recientemente, la familia realizó una reforma en la Cancillería y Mary ha estado al frente de este proyecto. Su enfoque ha sido crear un espacio moderno, funcional y sostenible, combinando lo mejor de la tradición y las necesidades actuales de la monarquía.

Mary: el toque personal en la reforma
Mary de Dinamarca no solo disfruta del paisaje, sino que también ha sido clave en la transformación de los espacios del palacio. Su interés por la sostenibilidad y el diseño contemporáneo se refleja en los cambios realizados. Destacando el uso de materiales reciclados y un diseño que maximiza la luz natural.
La reforma de la Cancillería se diseñó para mantener un equilibrio entre lo histórico y lo moderno. Como explicó Mary en Vogue Living: “La reforma refleja la monarquía moderna, con una base histórica que está perfectamente integrada al presente”. Esta visión de futuro también implica la participación de artesanos y arquitectos, creando soluciones innovadoras.
El palacio de Fredensborg es más que solo un hogar de verano para los monarcas daneses, es un lugar donde la familia se reúne, reflexiona y disfruta de la belleza natural. La combinación de su historia y las reformas modernas refleja cómo Mary ha logrado fusionar lo mejor de ambos mundos. Mary ha demostrado ser una figura clave, apoyando a su esposo y liderando con visión y respeto por las tradiciones.
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