Kiko Jiménez rompe su silencio con un mensaje importante sobre José Fernando Ortega

Kiko Jiménez ha roto su silencio con un mensaje importante sobre José Fernando Ortega, su excuñado durante la etapa en la que mantuvo una relación con Gloria Camila. Visiblemente afectado, el televisivo ha lamentado profundamente la repentina muerte de Michu, expareja del hijo de Ortega Cano y madre de su hija, Rocío.

El exconcursante de realities, que asistió recientemente junto a Sofía Suescun al evento Love Game de Yves Saint Laurent, no ha esquivado las preguntas sobre este duro golpe. En sus declaraciones, Kiko no solo ha expresado su dolor por la pérdida de Michu, sino también su preocupación sincera por José Fernando, a quien sigue considerando una persona muy cercana. ¿Qué ha llevado a Kiko a pronunciarse con tanta emoción sobre un tema tan delicado?

Kiko Jiménez manda un mensaje importante a José Fernando Ortega tras la pérdida de Michu

La historia entre Kiko Jiménez y Gloria Camila fue una de las más sonadas de la crónica social reciente. Durante cuatro años, el jiennense vivió integrado en la casa Ortega Cano, formando parte activa de reuniones familiares, celebraciones y etapas clave para José Fernando.

No es casual que Kiko recuerde con nitidez aquella época. Fue testigo del complicado noviazgo entre Michu y José Fernando. Además, también del nacimiento de la pequeña Rocío, una niña que ahora, huérfana de madre, se convierte en el centro de todas las miradas.

Así, al ser preguntado sobre la pérdida de Michu, Kiko no ha dudado en compartir su sentir: "Siento mucho la pérdida, lo siento un montón. Cuando me enteré fue un golpe muy duro porque es verdad que yo he tratado a Michu y me caía muy bien. Un trato muy bueno, incluso con la pequeñaja, también me acuerdo con la cría y es una pena la verdad".

Lejos de la frialdad que a veces se atribuye a ciertas rupturas familiares, Kiko ha dejado claro que sus sentimientos hacia José Fernando siguen siendo de profundo cariño. "Me sabe fatal también por José Fernando porque le tengo mucho cariño y me da mucha pena", ha dicho con voz seria.

"Sé que lo tienen que estar pasando todos fatal y bueno, por lo que veo en televisión, me sabe fatal. Son cosas que pasan de la vida que no se pueden evitar y es un palo, pero no se puede hacer nada más", ha añadido.

El futuro de la hija de Michu preocupa profundamente a Kiko Jiménez

Tras el entierro de Michu, su hermana Tamara ofreció unas declaraciones en TardeAR que encendieron la polémica. Aseguró que la familia Ortega Cano apenas se acercó en el tanatorio y lamentó que abandonasen Arcos de la Frontera tan pronto, sin quedarse por la pequeña Rocío.

Kiko, al conocer estas palabras, respondió con empatía, pero también con cautela: "La verdad es que no lo he visto, pero si me lo dicen me lo creo. No sé, puede ser que a lo mejor ella lo haya sentido así. Es su sensación y es libre de decirlo si por lo que sea ha sentido ese desprecio, se ha sentido desplazada, pues yo la entiendo".

Una de las cuestiones que más angustia genera tras la muerte de Michu es el destino de su hija, Rocío. En este contexto, Kiko Jiménez, que convivió en su infancia con la pequeña, no es ajeno a esta preocupación.

"Aunque la niña era muy pequeñita cuando la conocí, solo pienso en ella y digo: «Madre mía, qué pena, dónde acabará, con quién acabará»", ha compartido. Sus palabras reflejan una inquietud sincera por el bienestar de la menor, ahora que se ha quedado sin su madre.

Lo que ha dejado claro es que, pese a sus diferencias con la familia, crecerá con la atención que se merece. "Yo creo que con que tenga el amor de todos. Simplemente que todo el mundo esté pendiente de ella, que se encarguen de que tenga una buena educación, yo creo que eso no va a faltar", ha comentado.

Aunque ha querido matizar que espera que no se trate de una atención puntual, sino que se mantenga en el tiempo. "Esperemos que sea así, que nadie se desentienda cuando pase un poco el momento y el foco", ha concluido.

Kiko Jiménez ha roto su silencio con un mensaje sincero sobre José Fernando Ortega, mostrando preocupación por la pérdida de Michu y el futuro de la hija que tienen en común. Lejos de rencores, sus palabras reflejan cariño, empatía y un deseo de protección para la menor. Ahora queda por ver si su llamada de atención cala en el entorno Ortega y se traducen en gestos concretos hacia la pequeña Rocío.