
Giro de 180º a la situación de la reina Sofía e Irene de Grecia: nadie lo esperaba
La reina Sofía sorprende con una inesperada decisión durante el mal momento de salud que atraviesa Irene de Grecia
La reina Sofía ha protagonizado un giro de 180º respecto a su hermana Irene de Grecia, cuya salud ha generado inquietud en los últimos meses. Aunque este verano la emérita se mantuvo alejada de Mallorca para permanecer junto a ella, esta semana se ha producido un movimiento que nadie anticipaba.
La madre de Felipe VI viajó recientemente a Grecia, donde decidió acompañar a la reina Ana María en la celebración de su 79º cumpleaños. El hecho ha causado sorpresa, sobre todo porque hasta ahora la reina Sofía había priorizado la compañía de Irene. ¿Qué ha cambiado para que tomara esta decisión?

La reina Sofía decide viajar a Grecia y marca un giro en su atención a Irene de Grecia
Para entender este inesperado viaje, hay que recordar que el verano de 2024 fue muy distinto para la reina Sofía. En lugar de prolongar su estancia en Marivent, donde solía pasar semanas junto a sus nietas, apenas acudió a la recepción de la sociedad balear. El motivo fue el delicado estado de salud de Irene de Grecia, quien no pudo viajar por recomendación médica.
En los últimos meses, fuentes cercanas a la Casa Real aseguraron que la princesa vivía días buenos y días complicados, dentro de un estado catalogado como "estable en la gravedad". Esa situación había llevado a la reina Sofía a volcarse en su hermana, con quien mantiene una unión inquebrantable desde hace décadas. El fuerte lazo entre ambas, forjado desde su infancia en Grecia y consolidado durante su vida en Madrid, parecía impedir cualquier separación.
Sin embargo, en los últimos días algo cambió. Según OK Diario, Irene de Grecia mostró cierta mejoría, lo que permitió que la reina Sofía se desplazara hasta Atenas. El viaje tuvo un motivo muy especial: acompañar a su cuñada Ana María en su 79 cumpleaños.

El gesto fue interpretado como un giro inesperado en la situación de la emérita. Muchos pensaban que no se movería de Madrid mientras Irene atravesara un momento delicado, pero la mejoría de la princesa habría permitido este viaje. No significa que Irene haya superado sus problemas, pero sí que atraviesa un momento más estable.
Este movimiento no solo refleja un cambio en la agenda de la madre de Felipe VI, sino también una señal de esperanza respecto al estado de su hermana. La presencia en Atenas recuerda, además, el fuerte vínculo que Sofía mantiene con sus raíces griegas. La última vez que se dejó ver allí fue en febrero, durante la boda del príncipe Nicolás con Chrysi Vardinogiannis.
La cercana relación entre la reina Sofía y Ana María de Grecia
El cumpleaños de Ana María no fue un acto más en la agenda familiar. La relación entre la reina danesa y Sofía de Grecia siempre fue profunda, incluso antes del matrimonio de Ana María con Constantino II. De hecho, Ana María fue una de las damas de honor en la boda de don Juan Carlos y doña Sofía en 1962, un detalle que demuestra la confianza entre ambas.
Durante décadas compartieron alegrías y también momentos muy duros, como el exilio del rey Constantino y, más recientemente, su fallecimiento en enero de 2023. Desde entonces, Sofía y Ana María se han mostrado más unidas que nunca. El viaje a Atenas es, por tanto, una muestra de continuidad en ese apoyo mutuo que caracteriza su vínculo.

En este contexto, el cumpleaños de Ana María adquirió un valor simbólico. Para la reina Sofía, participar en la celebración fue una manera de honrar la memoria de Constantino y mantener viva la tradición familiar. En cada encuentro se percibe cómo los lazos entre los hermanos se renuevan, a pesar de la distancia geográfica y las obligaciones oficiales.
Es indudable que la reina Sofía ha sorprendido con un giro inesperado al viajar a Grecia pese al delicado momento de Irene de Grecia. El movimiento refleja tanto la leve mejoría de su hermana como la importancia de mantener vivos los vínculos familiares.
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