Giro de 180º para Rocío Carrasco tras la durísima decisión de su hija, Rocío Flores

Rocío Carrasco ha sufrido un nuevo giro de 180º en su vida tras la durísima decisión de su hija, Rocío Flores. La joven ha interpuesto una demanda contra la productora del documental que relanzó la figura pública de su madre, alegando la difusión de documentos confidenciales sobre ella cuando era menor. El caso ha sido reabierto por la justicia, y madre e hija están citadas a declarar como testigos el próximo lunes.

La demanda de Rocío Flores no solo apunta a La Fábrica de la Tele, sino que implica de forma directa a su madre. Según la acusación, fue la propia Carrasco quien proporcionó los documentos judiciales que se emitieron en el documental Rocío: contar la verdad para seguir viva, emitido en 2021.

Giro de 180º para Rocío Carrasco al verse las caras con su hija, Rocío Flores, en los juzgados

Lejos de apaciguarse, la tensa relación entre Rocío Carrasco y su hija vuelve a copar titulares con un nuevo episodio legal. La situación se ha complicado notablemente tras conocerse que ambas han sido citadas como testigos por el juzgado madrileño encargado de instruir la causa.

La demanda, interpuesta por Rocío Flores, denuncia un presunto delito de revelación de secretos. Según fuentes judiciales, esto podría tener consecuencias civiles y penales si se determina que hubo vulneración de derechos fundamentales.

Según ha adelantado El Cierre Digital, Rocío Flores demanda que se utilizaron "documentos judiciales confidenciales que la involucraban cuando aún era menor de edad". En este punto, la acusación subraya que fue Rocío Carrasco, en calidad de madre y entonces representante legal, quien proporcionó ese material a la productora. Lejos de evitar su implicación, Carrasco ha confirmado que asistirá a declarar a favor de La Fábrica de la Tele.

La demanda presentada por Rocío Flores sostiene que durante la emisión del documental se difundieron datos extremadamente sensibles. En concreto, se revelaron informes psicosociales, sentencias judiciales, atestados policiales y seguimientos realizados por la Agencia para la Reeducación del Menor Infractor. Todo ello habría sido mostrado sin el consentimiento de la joven, que en ese momento aún no había alcanzado la mayoría de edad.

Además, la parte demandante no se limita a señalar la vulneración de derechos. En el escrito, se reclama también una indemnización de un millón de euros por los daños psicológicos y morales sufridos. Según la acusación, el documental generó enormes beneficios a través de la publicidad y la audiencia, superando los tres millones de espectadores en algunas entregas.

Cabe destacar que esta causa fue inicialmente archivada. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Madrid ha decidido reabrirla tras valorar un recurso presentado por la defensa de Rocío Flores. Esta decisión judicial reconoce que existen indicios razonables para continuar con la investigación, lo que ha puesto en marcha una nueva fase del proceso.

La defensa de Rocío Carrasco y la estrategia de la productora

La defensa de La Fábrica de la Tele ha manifestado que no se vulneró ningún derecho, ya que contaban con el consentimiento de Rocío Carrasco, representante legal de su hija. Este argumento se sustenta en el hecho de que la madre tenía la capacidad jurídica para decidir sobre estos temas, y que ejerció ese poder de forma legítima.

Por otro lado, se ha alegado que parte de la información ya había sido publicada anteriormente por otros medios, como Vanitatis o Telemadrid. Según ellos, defienden que esto "debilitaría la acusación de haber sido los primeros en difundir esa información confidencial". Esta línea de defensa busca desvirtuar la acusación de exclusividad en la divulgación de los documentos.

Rocío Carrasco, por su parte, ha optado por mantenerse firme en su decisión de apoyar a la productora. Su comparecencia se percibe como una reafirmación de su relato y una forma de cerrar filas con quienes le dieron voz tras años de silencio. Sin embargo, esta actitud también refuerza la distancia emocional con su hija, que cada vez parece más insalvable.

Un nuevo capítulo en la guerra judicial de los Flores Carrasco

Este proceso judicial no es un hecho aislado, sino que se suma a la extensa batalla legal que Antonio David Flores mantiene con Mediaset y La Fábrica de la Tele. En su caso, reclama más de 1,6 millones de euros por despido improcedente y por daños derivados de la exposición pública de su vida privada. Todo este entramado convierte el conflicto familiar en una auténtica saga judicial con múltiples frentes abiertos.

La situación evidencia que los vínculos familiares han sido desplazados por intereses mediáticos y jurídicos. El drama íntimo se ha convertido en materia de tribunales, donde los afectos se disuelven entre recursos legales y estrategias procesales. La justicia será ahora quien determine si hubo o no una infracción, pero el daño emocional parece ya hecho.

La tensión entre Rocío Carrasco y Rocío Flores ha escalado hasta convertirse en un asunto judicial de gran magnitud. Ambas se enfrentarán en los tribunales, con versiones enfrentadas sobre un pasado que sigue marcando su presente. El desenlace legal podría ser definitivo, pero ¿lo será también para su vínculo como madre e hija?