Un empleado de Carlos III desvela lo que nadie imaginaba sobre la reina Camila

Los secretos de la familia real británica siguen saliendo a la luz. En esta ocasión, es un empleado del rey Carlos III, quien ha desvelado información inesperada sobre la reina Camila. El reciente libro Sí, señora: la vida secreta de los sirvientes reales, escrito por Tom Quinn, recoge testimonios de antiguos trabajadores de la Casa Real.

En el libro se revelan detalles sobre la relación de los príncipes Guillermo y Harry con la esposa de su padre. Desde su infancia, los herederos de Diana de Gales habrían mostrado cierto rechazo hacia Camila. Lo reflejaron con apodos despectivos que, según estas fuentes, la calificaban como “Cruella de Vil”, “Lady Macbeth” y “La Bruja del Oeste”.

El relato de este extrabajador de la realeza no solo confirma estos sentimientos iniciales, sino que también revela detalles sobre cómo evolucionó la dinámica familiar con el tiempo. ¿Cómo logró Camila ganarse su lugar en la familia real?

Un empleado de Carlos III desvela toda la verdad

La entrada de Camila en la vida del príncipe Carlos tras el divorcio con Diana no fue sencilla. La tragedia de 1997 marcó a los jóvenes príncipes, quienes no estaban preparados para aceptar a otra figura en la vida de su padre.

El primer encuentro de Guillermo con Camila fue en 1998, apenas un año después del trágico fallecimiento de Diana, y Harry la conoció poco después. Ambos encuentros fueron organizados por Carlos III con la intención de formalizar la presencia de su pareja en la vida de sus hijos. Sin embargo, el proceso de aceptación fue complicado.

Desde su infancia, los príncipes Guillermo y Harry no ocultaban su incomodidad con la nueva pareja de su padre. Según fuentes cercanas, ambos se referían a Camila con nombres como “Cruella de Vil”, “Lady Macbeth” y “La Bruja del Oeste”. Estos apodos, inspirados en personajes antagonistas de la cultura popular, reflejaban la percepción negativa que tenían de ella tras la separación de Carlos y Diana.

De acuerdo con el libro de Tom Quinn, los jóvenes príncipes percibían a Camila como una intrusa. La relación con su padre ya estaba deteriorada por el divorcio y la pérdida de su madre, lo que agravó la situación. Según el testimonio del empleado, este rechazo se manifestaba en actitudes frías y distancia emocional en los eventos familiares.

La estrategia de Camila para ganarse a los príncipes

Lejos de intentar asumir el rol de madre, Camila optó por una estrategia diferente: no forzar la relación y mantenerse como una figura adulta comprensiva. Esta actitud le permitió ganar, con el tiempo, cierta aceptación por parte de los príncipes.

Harry ha negado en diversas ocasiones la imagen de “madrastra malvada”, destacando el papel positivo que desempeña en la vida de su padre. Sin embargo, con Guillermo, la situación parece distinta. Algunas fuentes apuntan a que su relación con Camila sigue siendo distante y que incluso la reina consorte le teme al príncipe de Gales.

En Spare, Harry reveló que tanto él como su hermano Guillermo llegaron a suplicar a su padre que no se casara con Camila en 2005. Para ellos, la posibilidad de que la mujer a la que culpaban por la ruptura de sus padres se convirtiera en su madrastra era inconcebible.

Sin embargo, Carlos III estaba decidido a formalizar su relación. Para evitar fricciones, Camila optó por un acercamiento discreto. Fuentes cercanas aseguran que ella nunca intentó asumir un rol materno, sino que se enfocó en ser una figura adulta accesible para los príncipes.

Un vínculo complejo, pero aceptado

El tiempo y la madurez hicieron que la relación evolucionara. Aunque Guillermo y Camila nunca han sido especialmente cercanos, el ahora príncipe de Gales la respeta y mantiene un trato cordial en los eventos oficiales. A pesar de ello, algunas fuentes aseguran que la tensión entre ambos persiste, pues Guillermo sigue considerando la memoria de su madre como un factor determinante en su relación con Camila.

Hoy en día, la relación entre la reina Camila y los hijos de Carlos III es descrita como “tolerante pero distante”. Guillermo, según algunas fuentes, mantiene un trato protocolario con su madrastra. Incluso, se dice que Camila siente cierto temor hacia él, consciente de la posición que ocupa dentro de la familia real.

Por otro lado, Harry ha adoptado una postura distinta. A pesar de sus críticas abiertas a la monarquía, ha defendido a Camila de quienes la retratan como una madrastra cruel. En varias entrevistas, ha dejado claro que su principal interés es la felicidad de su padre, quien finalmente pudo casarse con la mujer que amaba.

La relación entre la reina Camila y los príncipes Guillermo y Harry ha pasado por etapas de rechazo, tensión y eventual aceptación. Aunque los sentimientos iniciales fueron adversos, con el tiempo, la convivencia dentro de la familia real se ha estabilizado. Aun así, las recientes revelaciones reabren interrogantes sobre si esta paz es genuina o solo una fachada diplomática.