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Montaje de fotos de Carlos III con rostro neutro en primer plano con el fondo de una familia tomada de la mano en silueta y un icono de corazón con línea de vida.
CORAZÓN

Carlos III ya no esconde que ha pasado en su familia: es un problema de salud

Carlos III comparte el sufrimiento familiar, empatizando con Eugenia de York en su lucha contra una enfermedad

La familia Windsor, y todos quienes se relacionan con ella, están siempre en el centro de la polémica. Su vida es casi siempre muy pública, y está llena de compromisos y de responsabilidades. A pesar de la imagen que proyectan, algunos miembros de la realeza también enfrentan desafíos personales que no siempre son visibles para el público.

Carlos III tiene familiares directos y muy cercanos a él, como su hermano, el príncipe Andrés y su familia. Esta proximidad entre la familia conecta las preocupaciones y tristezas que han podido vivir a lo largo de la vida. Con mayor razón, ahora, que Carlos III está viviendo su lucha contra el cáncer, parece estar siendo más empático con quienes sufren problemas de salud.

El príncipe Andrés y Carlos III con trajes formales, uno de ellos con una corbata a rayas y el otro con una corbata lisa, posando en diferentes entornos.

Un diagnóstico que cambió su vida

Eugenia de York, hija del príncipe Andrés, ha decidido compartir uno de los momentos más difíciles de su vida. A sus 35 años, Eugenia, madre de dos hijos y esposa de Jack Brooksbank, tiene una vida centrada en su familia y su labor solidaria. Sin embargo, su pasado está marcado por una lucha de salud que cambió por completo su vida desde muy joven.

A los 12 años, Eugenia fue diagnosticada con escoliosis, una enfermedad que afecta la columna vertebral y que requirió una intervención quirúrgica compleja. La operación duró más de ocho horas. Consistió en la colocación de varillas de titanio en ambos lados de su columna para corregir la curvatura.

Eugenia recordó recientemente el momento con angustia, mencionando que se sintió avergonzada y aislada. “Me tapé con la manta y dije: «no quiero que nadie me vea»”, compartió en The Telegraph. Además, relató lo difícil que fue esa etapa de su vida, la recuperación fue lenta y dolorosa.

Eugenia pasó meses en cama, sin poder moverse por sí misma, lo que la hizo sentir aún más vulnerable. “Solo quería saber dónde estaban mis padres y mi hermana”, confesó, remarcando lo difícil que fue estar alejada del mundo exterior, con una habitación hospitalaria que daba solo a un aparcamiento.

Eugenia de York vestida de negro observa una obra de arte en una galería.

La importancia de la naturaleza y el cambio de perspectiva

A pesar de las cicatrices físicas, la experiencia de Eugenia le enseñó a valorar las cosas simples de la vida, como la naturaleza. Al igual que Kate Middleton, Eugenia encontró en la naturaleza una forma de sanar: “Cuando has pasado tanto tiempo en cama, entiendes el poder de lo más simple”. Subrayando cómo los sonidos del viento o el canto de los pájaros pueden ser más curativos de lo que parecen.

Hoy, como madre, Eugenia reflexiona sobre lo que vivió y se siente más empática con aquellos que enfrentan retos de salud similares. “Ahora que tengo hijos, me angustio si se golpean la cabeza o si quieren usar tijeras de manualidades”, dijo. Mostrando cómo su experiencia personal le dio una comprensión más profunda de la preocupación parental.

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