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Montaje de fotos de primer plano de la reina Letizia sonriente y, de fondo, un plano general del palacio de la Zarzuela.
CORAZÓN

La Familia Real lo sabe y lo acepta: la decisión de la reina Letizia es definitiva

La madre de la princesa Leonor ha sorprendido a todo el mundo al desvelarse qué hace y no está dispuesta a cambiarlo

La reina Letizia ha vuelto a conquistar al público con su cercanía y espontaneidad. Su visita a la Feria del Libro de Madrid ha dejado una estampa de naturalidad, y también ha descubierto una curiosa costumbre que, aunque muchos desconocían, forma parte de su rutina. Y lo más sorprendente de todo es que esta postura, tan definitiva como insólita en alguien de su rango, es conocida y aceptada por la propia Familia Real.

Ella ha demostrado una vez más que, a pesar del cargo que ocupa, sigue buscando momentos de normalidad en su vida cotidiana. Y lo hace de una forma que ha sorprendido incluso a los libreros que, sin saberlo, la han atendido en sus pequeños establecimientos. Sí: se disfraza para poder moverse entre la gente y disfrutar de pequeños placeres como cualquier otra ciudadana.

La reina Letizia con vestido claro sostiene un libro con la portada de un hombre mayor mientras conversa con otra persona en una librería

La reina Letizia se disfraza para disfrutar del anonimato

La Feria del Libro de Madrid es uno de los eventos culturales más esperados del año, y la reina Letizia no suele perdérselo. Este 2025 no ha sido la excepción. Ella acudió al Retiro, donde se celebra el evento, y volvió a demostrar por qué es tan admirada.

Saludo tras saludo, charla tras charla, demostró su pasión por los libros. Y también su aprecio por quienes los hacen llegar al público.

Pero fue en una conversación con la dueña de una de las librerías participantes donde se descubrió un detalle que ha sorprendido a muchos. Según ha relatado la periodista Pilar Eyre, una librera se quedó boquiabierta cuando Letizia le confesó que ya había estado varias veces en su tienda.

La mujer, atónita, le dijo que no recordaba haberla visto nunca. Y la respuesta de la reina fue tan desconcertante como reveladora: “Es que me disfrazo un poco”.

“Una mujer con peluca rubia, con casco de motorista, con bufanda y gorro, con mascarilla ¿No la recuerdas?”.

La reina Letizia con vestido claro sostiene un libro titulado La piedra blanda en una librería con estantes llenos de libros y un cartel de descuento del 10 por ciento al fondo

Con esta revelación, ha quedado claro que la madre de Leonor recurre al disfraz para vivir con cierta libertad. Una decisión que ha tomado de forma consciente y que ha sido compartida con su entorno más cercano. La Familia Real, lejos de escandalizarse, lo entiende y lo acepta.

Este detalle, además, humaniza aún más a la figura de la reina Letizia. No se trata de una simple anécdota, sino de una muestra clara de su deseo de mantener los pies en la tierra.

A pesar de su título, ella no ha perdido el contacto con la realidad. Le gusta comprar libros y recorrer librerías en busca de nuevas lecturas. Le gusta ser libre, aunque sea solo por unos minutos, y aunque para eso tenga que ponerse una peluca y pasar desapercibida entre la gente.

La Familia Real respalda la actitud de la reina Letizia, que refuerza la imagen moderna de la monarquía

Lejos de parecer un capricho, la decisión de la reina Letizia de disfrazarse puntualmente para salir a la calle en su tiempo libre tiene un trasfondo emocional y humano muy profundo. Representa su decisión de vivir con normalidad, de desconectar del protocolo y de acercarse al pueblo desde lo cotidiano.

Este tipo de gestos, aunque parezcan menores, son los que más conectan con la ciudadanía. La imagen de una monarca que se camufla para entrar en una librería de barrio como una lectora más resulta entrañable, pero también muy significativa. Habla de una monarca que no ha olvidado quién es ni lo que le gusta hacer fuera de su función institucional.

La reina Letizia con vestido floral y Felipe VI con traje gris saludan sonrientes desde una ventana de piedra.

La Familia Real, como no podía ser de otro modo, conoce esta costumbre de Letizia y no solo la respeta, sino que la apoya. Felipe VI, sus hijas y el entorno más cercano entienden que estos momentos son necesarios para que ella mantenga su bienestar personal y emocional. Porque, más allá del papel oficial que representa, es una mujer con inquietudes, pasiones y deseos simples como leer, caminar o comprar un libro sin ser el centro de atención.

Y, en el fondo, eso es lo que más aprecian los ciudadanos. Una reina que sigue siendo humana, que no se encierra tras muros invisibles, que busca pequeñas escapadas para seguir siendo fiel a sí misma. Esta actitud también representa una modernización de la institución monárquica, que se adapta a los tiempos sin perder la tradición, pero mostrando una cara más cercana, más auténtica.

➡️ Corazón

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