La advertencia del meteorólogo español Rafael Armengot: 'Esto va a suceder...'

Casi un mes después de los devastadores efectos de la DANA que golpeó España el pasado 29 de octubre, las heridas permanecen abiertas. Este evento meteorológico extremo, que provocó daños materiales incalculables y la pérdida de vidas humanas, sigue siendo motivo de conversación, reflexión y debate.

Para muchos, especialmente para aquellos que lo vivieron de cerca, es un recuerdo que quedará grabado para siempre. Más allá de las consecuencias inmediatas, el foco ahora se centra en otras dos líneas principales.

Una de ellas es cómo solucionar los problemas generados por este desastre. Otra, y, quizá más importante, cómo prevenir que algo similar vuelva a ocurrir. Aunque los expertos coinciden en que se trató de un fenómeno excepcional, nadie puede garantizar que no se repita en el futuro.

Así lo ha expresado el doctor Rafael Armengot, geógrafo y miembro de l'Associació Valenciana de Meteorologia, en una entrevista para el diario El Mundo.

"Esto siempre puede volver a suceder"

Rafael Armengot, un referente en el ámbito meteorológico valenciano, subraya la importancia de no olvidar estos grandes episodios climáticos. "Los grandes episodios a veces se pierden en la memoria, pero hay que tenerlos en cuenta siempre".

Y es que para el experto, esto es algo que va a suceder más veces a lo largo de los años y debemos tenerlo en cuenta. "Esto siempre puede volver a suceder y lo que debemos asumir es que tenemos que convivir con ellos", asegura.

El experto recuerda otros episodios históricos que marcaron la región, como la gran riada del Turia en 1957, que transformó Valencia, o la pantanada de Tous en 1982.

Aunque las precipitaciones de esta última DANA fueron inferiores en volumen a las de esos eventos históricos, Armengot destaca que su impacto global puede considerarse incluso mayor. Esto es debido a las pérdidas humanas, "lo más doloroso" de esta tragedia.

Una reflexión sobre la DANA y la prevención

La DANA del 29 de octubre ha reavivado el debate sobre la necesidad de medidas preventivas para minimizar los daños en futuros eventos extremos. Rafael Armengot explica que, en el clima mediterráneo, este tipo de fenómenos son inevitables, van a seguir sucediendo.

"En la cultura mediterránea, la cultura valenciana, sabemos que esto sucede. Estos fenómenos forman parte de nuestro clima", señala. Y añade que, en el Júcar, por ejemplo, se han registrado episodios similares con una recurrencia de décadas.

El experto llama a aprender de lo sucedido y a estar preparados, tanto a nivel individual como institucional. Las políticas urbanísticas, la planificación hidráulica y la educación climática juegan un papel clave en esta prevención.

Asegura Rafael Armengot que como población debemos asumir que convivimos con estos episodios y que pueden irse repitiendo en el tiempo. Hay que saber cómo actuar ante ellos para evitar catástrofes como la de Valencia.

Mirando al futuro con lecciones del pasado

El impacto de la DANA del 29 de octubre trasciende las cifras de precipitaciones o daños materiales. Es un recordatorio de la vulnerabilidad frente a los fenómenos meteorológicos extremos y de la importancia de estar preparados. Tanto las administraciones como la sociedad en su conjunto deben tomar medidas para mitigar las consecuencias de futuros episodios similares.

Mientras las comunidades afectadas continúan reconstruyéndose, el mensaje es claro: no olvidar, aprender y prevenir. Porque, aunque estos eventos puedan parecer lejanos en el tiempo, como bien dice Rafael Armengot, forman parte de nuestro clima y de nuestra historia.