La importancia del mutualismo profesional para sostener el sistema de pensiones
Las mutualidades han destacado por su capacidad de adaptación
A lo largo de la historia, las mutualidades han desempeñado un rol fundamental en la protección social de los profesionales colegiados en España. Según expertos, estas entidades han sido una alternativa eficiente al sistema público de pensiones, consolidándose como un elemento esencial para la estabilidad y el bienestar de miles de profesionales.
Con más de un siglo de trayectoria, las mutualidades han destacado por su capacidad de adaptación, su solidez financiera y su compromiso con la protección social. Además, han funcionado como un complemento robusto y necesario al sistema público de previsión social.
Un modelo pionero
De acuerdo con las mismas fuentes, el mutualismo profesional representa un caso exitoso de colaboración público-privada, ámbito en el que ha sido pionero. Esta forma de cooperación también ha demostrado ser altamente eficaz en sectores como la sanidad y la educación.
A lo largo de su existencia, estas entidades han protegido a sus mutualistas en aquellos ámbitos donde la cobertura estatal era insuficiente. Este modelo de colaboración entre el sector público y privado ha logrado mantenerse durante décadas sin implicar una carga financiera para la Administración. Ejemplo de ello es Mutual Médica, fundada en 1920, seguida por la mutualidad de los arquitectos (hna) en 1944, Gestores Administrativos en 1945, y las mutualidades de la Abogacía, los Procuradores y los Ingenieros Técnicos Industriales (MUPITI) en 1948.
Ocho entidades consolidadas
En los años 50, surgió la Mutualitat dels Enginyers (1958). Por su parte, Alter Mutua, otra mutualidad enfocada en el colectivo de abogados, tomó forma como entidad de previsión social en 1941, aunque sus raíces se remontan a la Asociación de Socorros Mutuos para Abogados de Cataluña, creada en 1840. Actualmente, estas son las ocho mutualidades reconocidas por la Dirección de Ordenación de la Seguridad Social como alternativa al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
Gracias a su operación en paralelo al sistema público, las mutualidades han ayudado a aliviar la presión sobre las finanzas del Estado, al tiempo que ofrecen una opción viable y eficiente para los profesionales que representan. De esta manera, contribuyen a la sostenibilidad y el equilibrio del sistema de pensiones.
Discrepancias sobre la alternatividad al RETA
Una amplia mayoría de profesionales respalda la alternativa que representan las mutualidades frente al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y defiende firmemente la libertad de elección, según señalan fuentes del sector.
Sin embargo, esta postura mayoritaria entra en conflicto con la opinión de un "grupo minoritario, compuesto por abogados y procuradores", que aboga por implementar una transición al RETA en condiciones que, según expertos, podrían tener un impacto negativo en el conjunto de las mutualidades.
Por el contrario, la mayoría de los profesionales apoya mantener la opción de pertenecer a sus mutualidades como alternativa, permitiendo, al mismo tiempo, una adscripción voluntaria al RETA para quienes así lo prefieran, pero sin que ello comprometa los intereses ni la estabilidad del sistema mutualista.
Más noticias: