Nadie esperaba un mazazo tan fuerte: Orange se prepara para una multa millonaria

Orange acaba de recibir una sanción millonaria que nadie veía venir. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha impuesto una multa de 1,2 millones de euros a la operadora. El motivo fue un fallo cometido por uno de sus empleados.

Este incidente ha tenido graves consecuencias para el cliente afectado. Además ha puesto en el centro del debate la seguridad de los procesos de gestión de tarjetas SIM.

El caso se remonta a diciembre de 2022, recoge el portal Confilegal. Un trabajador de una tienda de Orange en Madrid duplicó la tarjeta SIM de un cliente sin verificar adecuadamente su identidad. Este acto, cometido sin el consentimiento del titular de la línea, resultó en una estafa que afectó seriamente a la víctima.

Los delincuentes que se hicieron con la nueva SIM duplicada lograron vaciar casi 9.000 euros de las cuentas bancarias del cliente. Todo ello antes de que Orange pudiera reaccionar.

Un error que Orange no puede permitirse

Todo comenzó cuando el cliente se dio cuenta de que su teléfono móvil había perdido cobertura de forma repentina. Al investigar más a fondo, descubrió que su tarjeta SIM original había sido invalidada por la nueva SIM duplicada. Había sido emitida sin que él lo solicitara.

Orange actuó rápidamente, cancelando la SIM duplicada. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Los delincuentes habían tenido el tiempo suficiente para transferir el dinero desde las cuentas bancarias de la víctima.

Este tipo de errores, aunque aislados, tienen un impacto directo en la confianza que los usuarios depositan en las operadoras móviles. La AEPD consideró que el incumplimiento de la normativa sobre la seguridad en la emisión de duplicados de SIM justificaba una sanción. Según la ley, cualquier duplicado de SIM debe ser solicitado exclusivamente por el titular de la línea, siempre con la presentación de un documento de identidad válido.

La reacción de Orange ante el incidente

Ante el impacto negativo de esta estafa, Orange no tardó en actuar. La empresa interpuso una denuncia contra los responsables del error. Tras una investigación interna, estos trabajadores fueron despedidos.

Desde la compañía, insisten en que, aunque fue un error de uno de sus empleados, también ellos son víctimas de esta situación. Aseguran que están comprometidos con la seguridad y la protección de los datos de sus clientes.

Orange ha reconocido que este tipo de situaciones no deberían ocurrir, y que la seguridad en la gestión de tarjetas SIM resulta esencial para evitar fraudes. Asegura que tomará medidas adicionales para reforzar los procedimientos de validación de identidad en todos sus puntos de venta. 

Este caso también resalta la importancia de las políticas de seguridad en el ámbito de las telecomunicaciones. Las operadoras deben garantizar que sus empleados sigan estrictamente los protocolos establecidos para evitar que situaciones como esta se repitan.