Movistar toma la iniciativa con una medida radical que deja sin palabras a los rivales
Movistar piensa en sus clientes y decide controlar algunas llamadas para que las facturas no se disparen
Movistar, una de las principales compañías de telefonía en España, ha dado un paso adelante con una medida que ha dejado a todos sorprendidos. Incluso a sus propios competidores. Desde el pasado 24 de junio, los clientes de la compañía y su segunda marca, O2, deberán dar su autorización expresa para poder llamar a números que comiencen con el 807.
Esta decisión busca proteger a los usuarios de cargos inesperados y facturas elevadas. Hay que decir que estos prefijos son conocidos por ser de pago. Pueden llegar a cobrar hasta 1,50 euros por minuto, además del coste por el establecimiento de la llamada.
Muchas personas marcan estos números sin saber que tienen un coste adicional. Piensan que son números oficiales o gratuitos, que no van a tener repercusión sobre la factura. Sin embargo, se llevan una sorpresa muy desagradable cuando les llega el recibo a final de mes.
La medida de Movistar y O2
Telefónica, la empresa matriz de Movistar y O2, ha decidido implementar esta medida para proteger a sus clientes. No se trata de una prohibición total de las llamadas a números 807.
Es una restricción que requiere una autorización previa. Cuando un cliente intenta llamar a un número con este prefijo, se activa una locución que explica que deben otorgar permiso para seguir con la comunicación.
La medida de Movistar es crucial porque los números 807 suelen ser utilizados por servicios que buscan mantener a los usuarios en la línea el mayor tiempo posible. Entre estos servicios se encuentran consultas de tarot, bancos, portales pornográficos y tiendas de subastas, entre otros. Estos servicios cobran tanto por la llamada como por su duración.
Consecuencias de llamar a números 807
Llamar a un número 807 sin estar informado puede tener consecuencias financieras significativas. Los usuarios pueden encontrarse con facturas que superan con creces lo que esperaban pagar. Esto no solo afecta su economía, sino que también puede generar desconfianza hacia la compañía de telefonía.
Movistar y O2 han tomado esta medida precisamente para evitar estos problemas y proteger a sus clientes. La competencia ha quedado sin palabras ante esta medida radical. Mientras otras compañías de telefonía aún no han implementado restricciones similares,
No obstante, no se descarta que en cuestión de muy poco tiempo otros operadores sigan su ejemplo. Y más pronto que tarde implanten esta medida de control.
Movistar y O2 han demostrado una vez más su compromiso con la satisfacción y protección de sus clientes. Esta medida no solo evita sorpresas desagradables en las facturas, sino que también refuerza la confianza de los usuarios en sus servicios.
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