Las incendiarias declaraciones de la monja confesora de la madre de Asunta
El caso Asunta ha vuelto a ser polémica tras el estreno de la serie de Netflix sobre el terrible asesinato de la niña
El polémico caso de la niña asesinada en Galicia, presuntamente por sus padres, ha vuelto a viralizarse tras el estreno de la nueva serie de Netflix. Hasta el año 2020, Rosario Porto estuvo privada de libertad. La abogada recibió una sentencia de 18 años de cárcel por el homicidio de su hija Asunta. Sin embargo, después de cumplir siete años, decidió poner fin a su vida.
Esto ocurrió tan solo dos meses después de que le negaran un permiso. Preparó meticulosamente su suicidio: dejó todas sus pertenencias en su celda, se aseó e incluso se preparó para desayunar. A pesar de estos indicios, en los meses previos se confesó con una monja. Esta misma monja ha decidido recientemente romper su silencio en un programa de televisión.
Rosario tenía comportamientos cuestionables con sus compañeras de prisión
"Allí se habla de todo, ella se comunicaba con las muchachas, pero las consideraba inferiores. Era una mujer desequilibrada, tal vez el entorno familiar o social la hacían parecer la persona adecuada. Estuvo en la Robleda, un sanatorio psiquiátrico aquí en Santiago de Compostela, en Galicia", aseguró la monja en Televisión Española, que recientemente ha decidido romper el silencio sobre el conocido caso.
Subraya que, aunque Rosario Porto hizo esfuerzos por integrarse con las otras reclusas, no logró hacerlo. Intentó ayudarlas económicamente y hacerles algunas compras, pero no fue suficiente para ganar su amistad o simpatía. Para combatir la soledad, pasaba horas escuchando música con unos cascos que nunca se quitaba. "Tenía ganas de cariño, pobrecita. Creo que no tenía ganas de morir, tenía ganas de hacerse notar", explica tras insistir en las nulas veces en las que Rosario le habló de su ex".
También fue ella quien tuvo la oportunidad de conversar con Alfonso Basterra, el padre de la joven asiática que falleció presuntamente a manos de sus padres. Al igual que Rosario, él fue condenado a la misma pena que su expareja.
"No me ha tratado, era absolutamente ajeno a mi presencia. A Santiago no vendrá porque lo matan a tomates", comenta la monja sobre sus encuentros con Alfonso. Estos comenzaron con una frialdad que la monja recuerda vívidamente. "Me dijo 'buenos días, hermana'. Antes pasaba como si fuera una sombra", agrega. Convencida del rumbo que tomará su futuro, la monja duda que Alfonso siga los mismos pasos que Rosario antes de obtener la libertad.
Las conclusiones sobre los roles de Alfonso y Rosario
La confesora estaba al tanto de las cartas y mensajes que Rosario y Alfonso intercambiaban durante su tiempo en prisión. Aunque algunos de estos escritos terminaron en manos de periodistas, otros nunca se filtraron. "Se mandaban mensajes escritos. No veo cómo los mandaban con tanto sigilo y luego salían en los periódicos. Se los mandaban a través de otros presos", explica.
La confesora cree que Rosario estaba sometida y que Alfonso Basterra ejercía poder sobre ella, una percepción compartida por algunos usuarios de redes sociales. "Dominaba más Alfonso a Rosario que Rosario a Alfonso", comentaban.
El estreno de 'El caso Asunta' ha provocado numerosas reacciones. La serie de Netflix, compuesta por seis capítulos, ha recibido excelentes críticas, especialmente hacia la actuación de Candela Peña, quien interpreta a Rosario Porto en el proyecto. Sin embargo, algunas personas que estuvieron cerca del caso expresaron opiniones menos favorables, como el duro reproche de 'Patricia Pardo'.
La monja no cree que Alfonso se quite la vida
La monja confesora de los padres de Asunta asegura que Alfonso Basterra tiene un gran amor propio, "no creo que sea capaz de quitarse la vida". A pesar de lo que expresó en una carta recientemente revelada, su entorno no cree en sus palabras. Fue él mismo quien anunció en una carta que, una vez cumplida su condena, pondría fin a su vida: "Para terminar le haré una confesión: cuando recupere mi libertad, tengo el firme propósito de desaparecer, nadie volverá a saber de mí, ni tan siquiera Rosario Porto. Solo tengo una razón para seguir con vida, que no es otra que volver a ser un hombre libre y reunirme con mi niña, nunca antes. De hecho, ya tengo pensado el cómo y el dónde, tan solo me falta el cuándo pero todo llega", declara Alfonso.
Será en el año 2031 cuando él cumpla íntegramente su condena. Aunque solicitó el tercer grado penitenciario este año, le fue denegado debido a su falta de arrepentimiento y su negativa a aceptar su culpabilidad. Por esa razón, no puede ser trasladado a un centro de reinserción y debe permanecer en la prisión de Teixeiro, en La Coruña.
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