
La devoción por la Semana Santa de Badajoz
Un Miércoles Santo histórico con dos procesiones bajo la distinción de Fiesta de Interés Turístico Internacional
Badajoz vivió este Miércoles Santo una jornada para el recuerdo. Por primera vez, su Semana Santa se celebró bajo el distintivo de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Una distinción que reconoció la tradición, la devoción popular y el esplendor artístico de sus hermandades.
La devoción por la Semana Santa de Badajoz
Durante la noche, si bien las nubes amenazaron en algunos momentos, dos procesiones recorrieron las calles: la Hermandad de Santo Domingo y la Hermandad de San Andrés.
El equipo de EDATV se desplazó hasta la Parroquia de Santo Domingo. Allí fue testigo de la salida de los pasos de la Hermandad y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Amparo.
Esta cofradía es la más antigua con actividad viva en la ciudad, una auténtica referencia para los fieles pacenses.
La Hermandad de Santo Domingo: cuatro pasos y siglos de historia
Fundada el 16 de mayo de 1603 por el Gremio de Sastres, su objetivo fue combatir la mala costumbre de blasfemar el Santo Nombre de Dios. Tras su refundación, hizo su primera salida procesional en el Viernes Santo de 1939. Desde entonces, mantuvo intacta la tradición y el fervor que la caracterizan.

José Ángel Recio, Hermano Mayor de la Hermandad de Santo Domingo, atendió a EDATV para explicar el significado de este día. “La devoción en esta parroquia es inmensa, no solo en el barrio, sino en toda Badajoz”, afirmó.
Hay muchos jóvenes que se están incorporando, aprenden la tradición y la viven con pasión. Hay cantera y eso es motivo de alegría para todos.
Recio también puso en valor el lugar desde el que parte su cofradía. “Santo Domingo es la segunda catedral de Badajoz por su tamaño y relevancia”, expresó con orgullo.
La hermandad sacó a la calle el cortejo más extenso del Miércoles Santo. Cuatro pasos conformaron su procesión, todos con imágenes de enorme valor artístico. El primero fue Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amparo, talla anónima de los siglos XVI-XVII, portado por 45 costaleros.
Le siguió el Santísimo Cristo de la Fe, posiblemente del siglo XIX, llevado por 40 costaleras. Luego desfiló Nuestra Señora de la Piedad, del siglo XVIII, con 24 costaleros. Cerró la procesión María Santísima del Mayor Dolor, una obra de Antonio Castillo Lastrucci de 1939, portada por 28 costaleros.

La salida desde Santo Domingo se realizó puntualmente a las 20:30 horas. La procesión avanzó por la Plaza y Calle Santo Domingo, Santa Ana, Duque de San Germán y Plaza de la Soledad.
Después recorrió Francisco Pizarro, Vicente Barrantes y llegó a la Plaza de España. En ese punto hizo su carrera oficial y estación de penitencia en la Catedral.
Posteriormente continuó por Obispo San Juan de Ribera, atravesó la Plaza Minayo, bordeando el Teatro López de Ayala. Luego siguió por el Paseo de San Francisco, la calle Guardia Civil y regresó finalmente a la Plaza de Santo Domingo para reingresar en su templo.
El acompañamiento musical fue otro de los grandes atractivos de la noche. La Banda de Cornetas y Tambores ‘Nuestra Señora de la Estrella’, de Los Santos de Maimona, acompañó a Nuestro Padre Jesús del Amparo. El palio de María Santísima del Mayor Dolor desfiló al ritmo de la Filarmónica de Olivenza.

Recio también quiso destacar un aspecto clave para el futuro de la hermandad: la juventud. “Hay muchos jóvenes que se están incorporando, aprenden la tradición y la viven con pasión”, explicó. “Hay cantera y eso es motivo de alegría para todos”, concluyó satisfecho.
La Hermandad de San Andrés: sobriedad y elegancia en dos pasos
A pocos metros, también se vivió otra salida importante: la de la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo del Descendimiento, María Santísima de la Piedad y Nuestra Señora de la Esperanza, con sede en la Parroquia de San Andrés. Esta cofradía fue fundada el 28 de abril de 1943 y erigida canónicamente el 28 de marzo de 1944.
Procesionó con dos pasos. El primero fue el conjunto escultórico del Descendimiento, una obra de Antonio Castillo Lastrucci de 1944, portada por 50 costaleros y un relevo. El segundo, Nuestra Señora de la Esperanza, también de Lastrucci y fechada en 1945, fue llevado por 35 costaleros, más un relevo.

La salida desde San Andrés también se realizó a las 20:30 horas. El recorrido llevó a los pasos por la Plaza Cervantes, López Prudencio y la Plaza de España, donde se realizó la estación de penitencia en la Catedral.
Luego continuaron por Obispo San Juan de Ribera, Juan Carlos I, Plaza López de Ayala, Francisco Pizarro y la Plaza de la Soledad. Posteriormente avanzaron por Arias Montano, San Juan, Bravo Murillo, Arco Agüero, López Prudencio y regresaron a la Plaza Cervantes.
El acompañamiento musical lo pusieron la Banda de Cornetas y Tambores ‘Resucitado’ de Badajoz, junto al Santísimo Cristo del Descendimiento, y la Agrupación Musical de Talavera la Real, que acompañó a Nuestra Señora de la Esperanza.

Un Miércoles Santo para el recuerdo
Ambas hermandades dejaron huella en las calles pacenses. La solemnidad, el arte sacro, el compromiso de los hermanos y la entrega de los costaleros hicieron de este Miércoles Santo una jornada inolvidable.
Badajoz, en su primer año con la distinción internacional, ofreció una imagen de fe, belleza y tradición que traspasó fronteras. Y tanto en Santo Domingo como en San Andrés, se sintió el latido de una ciudad que vivió su pasión como nunca antes.
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