Caixabank toma una decisión definitiva y admite que no hay vuelta atrás
Caixabank no contempla moverse, pasa de las presiones y no quiere saber nada de volver
En octubre de 2017, CaixaBank trasladó su sede social de Cataluña a Valencia debido a la incertidumbre política generada por el 'procés' independentista. Este movimiento, que buscaba garantizar seguridad jurídica, se realizó junto a muchas otras empresas que también abandonaron Cataluña en busca de estabilidad.
Este movimienteo sigue siendo una herida abierta para el independentismo, con Junts solicitando sanciones para las compañías que no regresen.
Caixabank no se mueve de Valencia
Recientemente, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, reafirmó esta idea durante el Foro Horizonte Económico organizado por EL CORREO. Destacó que Valencia es "el mejor sitio para la sede social" y que esta posición es "conocida e inamovible".
Durante su intervención, Goirigolzarri recordó que cuando Bankia y CaixaBank acordaron su fusión en 2021, ambas entidades ya tenían su sede social en Valencia. Fue ratificada en el primer consejo de administración tras la fusión, consolidando la naturaleza del nuevo banco y su sede en la ciudad del Turia.
Goirigolzarri también subrayó que la fusión con Bankia, que aportó una gran cantidad de clientes de diversas procedencias geográficas, no cambió la reflexión de mantener la sede en Valencia. Aseguró que la situación se considera "inamovible" y que no ha habido cambios en el consejo de administración respecto a este tema.
La participación del Estado en CaixaBank permite que este reciba una parte del reparto de beneficios. El año pasado, el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) percibió más de 500 millones de euros gracias a esta participación. Una particularidad de CaixaBank es que cuenta con el Estado como segundo accionista, con un 17% de los títulos del banco, debido al rescate financiero de Bankia durante la crisis.
Goirigolzarri destacó que, tanto en su época en Bankia como en la actual en CaixaBank, nunca han experimentado injerencias políticas. El Estado tiene un representante en el consejo de administración, Teresa Santero, cuya actuación ha sido calificada de "impecable" en la defensa de los intereses de los accionistas.
Caixabank pasa de las presiones
A pesar de las presiones políticas y el debate reabierto por Junts sobre la vuelta de las empresas a Cataluña, CaixaBank mantiene firme su decisión de mantener la sede en Valencia. Decide priorizar la seguridad jurídica y la estabilidad que ofrece esta ubicación frente a las incertidumbres políticas que aún persisten en Cataluña.
Esta firmeza en la ubicación de la sede refleja una estrategia clara de la entidad para garantizar su operatividad y la confianza de sus accionistas en un entorno económico y político seguro.
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